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Buscando un McGyver: Ya no se trata de vivir sino de sobrevivir

Actualizado: 11 oct 2022

Esta semana se conoció que la canasta básica de un jubilado es de $ 150.000 mientras que una jubilación mínima ronda los $ 43.000. El BCRA dio a conocer las estimaciones privadas de inflación para 2022 y lejos están de traer tranquilidad. Cada día se hace más difícil vivir en nuestro país.

Viernes 7 de octubre de 2022, Mg. Yanina S. Lojo

 

Un jubilado en nuestro país cobra $43.000 si obtiene el haber mínimo y el promedio de jubilaciones es de $65.000 mientras que la última medición de la canasta básica se ubicó en $151.478. Son 6 millones de argentinos los que perciben la jubilación mínima. En otras palabras, 6 millones de abuelos que han trabajado toda su vida son reducidos a la indigencia todos los meses. Con una inflación rondando al 100% ya no es cuestión de cómo vivir sino de cómo sobrevivir.

 


La ingratitud hacia nuestros abuelos

 

Mientras nuestros políticos discuten sobre cuestiones que a nadie, salvo a ellos, les interesa nuestros abuelos pasan necesidades. Pensemos lo siguiente: la Canasta básica se incrementó en un año un 100%, mientras que la jubilación mínima solo ha recibido un bono de $ 7.000 los últimos dos meses. Con suerte aquellos que cobran la mínima logran cubrir la tercera parte de sus necesidades básicas. Mientras que aquellos que cobran la Pensión Universal para Adultos Mayores, ni siquiera llegan dado que están por debajo de los $40.000. ¿Es esa la manera en que nuestro país ha decidido tratar a aquellos que trabajaron para construir las bases sobre las que hoy se asienta la economía? ¿No sienten vergüenza nuestros dirigentes que muchos abuelos tengan que privarse de una o más de una comida al día? ¿Es lógico que personas que trabajaron toda su vida y aportaron, hoy dependan de un hijo que los ayude para poder comprarse lo que necesitan para vivir? Quizás deberíamos replantearnos la finalidad del ANSES, que reparte mucho sobre la base de pocos aportantes. Y no es un problema de los abuelos, es un problema de todos. ¿Qué se puede esperar de un país que trata así a los individuos que durante su vida adulta aportaron y contribuyeron y hoy viven en la miseria? Si el ANSES no puede garantizar un adecuado retiro, entonces: ¿por qué eliminaron el sistema de jubilación privada? La respuesta es simple: la caja. Hoy gracias al aporte de millones de personas que se sacrificaron trabajando el Estado puede entregar planes sociales, que en muchos casos son destinados a personas que jamás han trabajado. Es correcto que el Estado asista a aquellos que tienen dificultades para insertarse en la economía pero la actitud paternalista adoptada ya supera los umbrales de la lógica.

 

La inflación, el flagelo constante

 

Ayer por la tarde se conocieron los resultados del Relevamiento de Expectativas de Mercado, donde el BCRA recaba información del sector privado, y establece como lo indica su nombre, cuáles son las expectativas de estos con relación a la inflación y el tipo de cambio. Para la primera, los resultados no son buenos. Del valor del dólar mejor ni hablar. La mayoría de los encuestados considera que el valor de la inflación en 2022 superará el 100% (entre el 100,3% y el 101,5%) y para septiembre el valor suele estar entre el 6,7% y 6,9%. Pareciera que el piso de la inflación para este año ha decididó fijarse en el 6%. El BCRA mantiene su proyección del 95% para 2022 y del 60% para 2023. Sin embargo, los privados ven para 2023 un pronóstico no tan alentador: 90,4%

 

Miguel Pesce dijo en el Congreso que esperan que la caída en la inflación se deba a una expansión en la oferta y no a una contracción en la demanda. Esta situación puede darse en algún mes particular por cuestiones estacionales o bien por un sobre stockeo de parte de los consumidores pero, difícilmente se pueda producir de manera regular. ¿Qué significa esto? Que en algunos rubros ante la dificultad para acceder al dólar y las expectativas inflacionarias aquellos consumidores que cuentan con liquidez se vuelcan a consumir – se stockean – a fin de preservar de alguna manera su poder de compra. Pero cuando lleguen al límite de lo que pueden consumir contraerán la demanda y las empresas ante la caída de sus ventas saldrán con ofertas para poder potenciar el consumo. Pero nuevamente, es algo que se puede producir en algunos sectores y de manera estacional o en algún mes particular. Otros rubros, como la alimentación difícilmente vean este tipo de fenómenos suceder – la gente no puede dejar de comer -, por lo que al ser la inflación el resultado del promedio de los precios de una suma de productos puede que se observe alguna contracción pero esperar que caiga 40 puntos es tener expectativas muy altas.  

Después de los números de pobreza de la semana pasada, las proyecciones de la inflación solo hacen más que preocuparnos. La situación se volverá cada vez peor para los que menos tienen. Mucha gente más pasará de la pobreza a la indigencia si no se hace algo pronto. Pero como la mayoría de las medidas que se pueden tomar para controlar la inflación son antipopulares es posible que ante la perspectiva de un año electoral nadie quiera avanzar y prefieran continuar surfeando la ola.

 

Crecimiento de oferta sin importaciones

 

Mientras el presidente del Banco Central plantea como solución para la inflación el crecimiento de la oferta, desde Economía deciden ponerle más cepo a las importaciones. La lógica viene dada en que tras dos jornadas sin liquidación del dólar soja, el BCRA tuvo que vender reservas y empieza a acumular ruedas con saldo negativo. ¿Los USD 5.000 millones que supimos conseguir cuánto durarán? Eso dependerá de cuán duro sea el nuevo régimen de importaciones.

¿Por qué presentar un nuevo régimen y no sólo incluir nuevas posiciones dentro del esquema de Licencias No Automáticas? Dicen las malas lenguas que es para limitar aquellos que importan a través de cautelares. Al cambiar el régimen las cautelares se caen y, por lo menos, por dos meses – 60 días que es el plazo máximo establecido por la OMC para obtener una LNA -, no habría argumentos para presentarse ante un juez y solicitar permisos especiales para ingresar mercadería. También se dice que bajo la nueva Base Integral de Fiscalizaciones Aduaneras (RADAR) se hará un seguimiento de aquellos importadores que han operado bajo el sistema de cautelares y esto se consideraría a la hora de establecer el riesgo de un importador. Este nuevo factor influiría a la hora de obtener una autorización y la fecha de pago para la compra en el exterior. Si bien son todos trascendidos porque el nuevo sistema que se tenía que presentar el viernes pasado, se sigue postergando, ya nada puede sorprendernos.

La pregunta del millón es: ¿cómo crecerá la oferta si no hay materia prima ni insumos para producir? Por otro lado, una manera de incrementar la disponibilidad de bienes es el ingreso desde el exterior, es decir, la competencia con productos elaborados fuera del país. Pero ante la falta de reservas no es posible. Estamos metidos en un terrible entuerto del que se ha vuelto una misión imposible salir. Todo por una suma de malas decisiones.

 

Pregunten por McGyver

 

En Argentina ya no es posible sólo vivir, debemos sobrevivir. Nos hemos convertido en un país en donde uno sale a pasear con su auto - si es de los pocos afortunados que aún puede salir y tiene auto -, y teme si podrá regresar con sus cuatro ruedas. Porque ante la escasez de neumáticos, el robo de estos se ha incrementado. Cada vez faltan más productos, y los comercios tienen poca cantidad y variedad de bienes para ofrecer. ¿Cómo bajarán los precios así? Nos aislamos poco a poco del mundo y de sus avances tecnológicos que es lo que permite mejorar la vida de todos.

Cada vez hay son más las personas que para el día quince del mes ya no pueden seguir. Los sueldos no alcanzan, y la gente ve como los escasos gustos que podía darse se le esfuman de la mano. Los pocos que habían podido ahorrar y comprar algún dólar en el último tiempo, hoy se ven ante la necesidad de venderlos para poder afrontar sus gastos corrientes. ¿Hasta cuándo seguiremos pidiéndole a la gente que haga tanto sacrificio? ¿Hasta cuándo tendrán que sentir que la plata se le escurre de la mano sin siquiera poder llegar a cubrir las cosas básicas? ¿Qué vamos a hacer con los jubilados? ¿Los vamos a seguir sumiendo en la indigencia? Si los gremios consiguen aumentos, estos se trasladaran a costo y volverá a subir la inflación. En otras palabras … estamos en un círculo vicioso del que es muy complicado salir. Lo único que nos quedaría es ver si McGyver encuentra una solución, aunque creo que hasta para él sería una misión imposible.

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