Según los datos recabados por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) la industria PYME cayó 17,8% anual en julio y la capacidad industrial utilizada es del 60,6%.
Martes 27 de agosto de 2024, Mg. Yanina S. Lojo
Como es habitual, la CAME elabora un informe sobre cómo ha evolucionado la actividad industrial en el sector PYME. Según los datos recabados la actividad manufacturera de cayó 17,8% anual en julio y acumula una retracción de 18,6% en los siete meses del año frente al mismo período de 2023. Cuando los datos se analizan mensualmente y desestacionalizados la contracción es mucho menor: -1,8%.
El otro dato significativo es como se ha hecho uso de la capacidad instalada: 60,6%. Esto muestra una leve mejora con respecto a junio que había sido del 60,1%.
¿Qué pasa con la industria PYME?
Las PYME que son el corazón de la economía argentina aún no han logrado levantar cabeza, y esto se observa en los números.
Según indican el informe presentado por la CAME, “Es el octavo mes consecutivo en caída, en un mercado donde los precios se han estabilizado pero la pérdida de poder adquisitivo continúa afectando la demanda interna.”
Como podemos observar del gráfico anterior el punto más bajo se dio en enero con una caída del 30%, tanto por cuestiones estacionales como por el cimbronazo económico. En febrero, se observó la menor caída. Luego vimos un retroceso y en julio la situación mejora levemente contra junio. Pero los datos desestacionalizados muestran que en realidad hubo una pequeña caída.
Según remarca el informe: “Este escenario se agrava por las dificultades en el acceso al financiamiento y los altos costos operativos, lo que coloca a muchas pymes en una situación difícil y con márgenes de rentabilidad estrechos.”
¿Qué paso en los diferentes sectores industriales?
Según el informe elaborado por la Institución todos los sectores analizados mostraron fuertes caídas. En total el análisis comprende seis sectores: Textiles e Indumentaria; Madera y Muebles; Metal, maquinaria y equipo y material de transporte; Papel e impresiones y Químicos. Los más golpeados en la comparación anual fueron: “Químicos y plásticos” (-27,5%), “Papel e impresiones” (-26,9%) y “Metal, maquinaria y equipo” (-18,2%).
En el caso de los Químicos y Plásticos, se observa que, en julio, el sector experimentó una significativa contracción de 27,5% anual a precios constantes y de 2,2% en la comparación mensual desestacionalizada. ¿Y qué paso en el resto del año? Durante los primero siete meses del año la producción acumula una caída de 26,6% frente a los mismos meses de 2023. Durante este mes, las industrias operaron con el 60,5% de su capacidad instalada.
Entre los problemas que afectaron a la industria se destacan: la posibilidad de conseguir insumos, así como correcciones al alza de los precios. Probablemente, esto este asociado con los movimientos en el mercado cambiario que se vieron en los primeros días del mes.
Papel e impresiones fue el otro sector más afectado, donde la caída en la actividad fue del 26,9% anual a precios constantes, pero mostró un repunte de 0,2% en la comparación mensual desestacionalizada. Es el único sector que creció en el mes en términos desestacionalizados. En los siete meses del año el sector acumula una caída de 21,2% frente al mismo periodo de 2023.
En cuanto a capacidad instalada, esta se ubicó en el 62,8%. Desde el sector, remarcan que el mayor inconveniente viene dado por la digitalización de los consumidores.
El sector menos afectado fue el de Textil e Indumentaria, con una caída del 5,2% anual en julio y 4% frente a junio en la medición sin estacionalidad. Para los siete meses del año acumula una caída de 3,3%, operando al 60,9% de la capacidad instalada. Según indica la CAME este dato se encuentra muy por debajo de lo que fue el primer semestre, donde se promedió un 70%.
Entre las problemáticas que señalan desde el sector indican que hay menos producción, y esto se transforma en dificultades para mantener la estructura fija.
¿Qué pedidos llegan desde el sector?
En el marco de la recesión y la caída del consumo del sector consideran importante el alivio tributario tanto en el ámbito nacional, como provincial y municipal. Por otro lado, consideran que se necesitan medidas que incentiven la demanda. Apuntan a la necesidad de reactivar el consumo y sostener la producción. Quienes participaron en el estudio consideran que los incentivos fiscales sin demanda no van a permitir que se revierta la situación.
El problema con las medidas que incentivan el consumo es que si no son seleccionadas quirúrgicamente pueden terminar revirtiendo los resultados obtenidos con respecto a la inflación. Es clave, que la demanda no se estimule artificialmente inyectando dinero en la economía.
Es entendible, sin embargo, el pedido de las empresas quienes explicaron que entre los principales obstáculos se encontraron con falta de ventas (39,9%), altos costos de producción y logística (37,2%), falta de acceso al financiamiento (12,2%) y problemas en la cobranza (5,9%).
¿Qué dijo la CAC?
La Cámara Argentina de Comercio y Servicios, en sus análisis del mes de julio detectó que el consumo en hogares de bienes y servicios registró ese mes un alza desestacionalizada de 1,8% frente a junio.
Asimismo, el indicador de consumo verificó en julio una retracción interanual del 5,6% como consecuencia de la recesión y la pérdida de poder adquisitivo con "un ingreso nominal promedio por hogar de $1.307.000 en julio" lo que "implica una caída de 17% en su poder de compra”.
¿Qué pasará en agosto?
Las opiniones son contrapuestas. Algunos ven señales de mejora, mientras otros ven nuevamente caídas o que se acentúan cambios en los patrones de consumo. Por ejemplo, La consultora Scentia brindó datos donde se observaba que, el consumo en las grandes superficies se derrumbó 27,6% interanual en la semana que fue del 12 al 18 de agosto.
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