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Con las importaciones tan complicadas, ¿Qué hacemos con el dólar?

Actualizado: 20 nov 2022

Cada vez son más los sectores que levantan la mano y manifiestan la complejidad de su situación por lo que, muchos se preguntan, ¿por qué no permitir el acceso al dólar financiero para poder continuar trabajando?

Lunes 14 de noviembre de 2022, Mg. Yanina S. Lojo


El viernes el Banco Central tuvo que volver a vender unos USD 50 millones, cerrando la semana con unas ventas netas por USD 520 millones y acumulando un negativo de unos USD 760 millones en lo que va de noviembre. El viernes el BCRA tuvo la ayuda del feriado en la plaza norteamericana - fue el Día del Veterano -, operando solamente USD 164 millones (la mitad de una jornada normal). Las reservas del Banco Central continúan en caída, ubicándose en unos USD 37.796 millones totales según los cálculos propios de este organismo.

En este contexto, los importadores ven difícil la posibilidad de que su situación mejore. Muchos se preguntan ¿por qué no nos dejan operar directamente en el mercado financiero para hacernos de los dólares? En especial después de los comentarios de funcionarios de Economía que dejan saber que recién para el segundo semestre de 2024, la situación de las importaciones podría mejorar.


¿Qué dice el FMI sobre la situación argentina?


En primer lugar, remarcó que las tasas reales aún siguen siendo bajas y aunque la contracción monetaria es el camino correcto, es insuficiente. A la vez, ha hecho hincapié en la necesidad de reducir barreras no arancelarias a fin de facilitar el comercio internacional. El Fondo ve con buenos ojos la baja en los costos de las operaciones de importación para reducir la inflación.


¿Por qué no trabajar con el dólar financiero?


Ante la desesperación por la falta de insumos, la mayoría de los importadores hoy se preguntan: ¿por qué no nos dejan operar con el dólar MEP? El razonamiento no es erróneo. Si el Banco Central desea preservar sus reservas, y la industria y el comercio necesitan continuar funcionando sin que el país caiga en una grave recesión, la opción de que las empresas ingresen al dólar bolsa para poder comprar lo que necesitan y después pagar sus operaciones sería una opción viable. El mecanismo implicaría levantar el parking de 90 días, ya que mediante el dólar MEP se adquieren dólares billetes que se deben transferir a una cuenta local en moneda extranjera y de ahí, ingresar al Mercado Único y Libre de Cambios para poder hacer la transferencia al exterior. El dólar bolsa no toca las reservas del Banco Central, por el contrario, es una operación que se realiza entre privados, donde el BCRA dejaría de ver cómo todos los días los dólares que tan caros pagó se van esfumando.

Asimismo, esto permitiría que los importadores pudieran cumplir con sus obligaciones ante sus proveedores en los plazos ya acordados. La importación de bienes de capital no se vería complicada, dado que, ante la imposibilidad de pagar anticipadamente, es prácticamente imposible conseguir que alguien nos venda una máquina o un equipo.

Si bien el gobierno habilitó la posibilidad de acceder a unos USD 50.000 para poder pagar antes de la fecha indicada en la Secretaría de Comercio, esta medida se queda corta. Primero porque son unos USD 50.000 por año calendario. El problema no sería 2022 sino 2023. Segundo, los pagos que se quieran realizar a través de este sistema deben pasar por el filtro del BCRA que será en última instancia quien determinará si la empresa puede o no hacer uso del beneficio.

Por otro lado, está el problema de las operaciones que muchos importadores realizan a través del Courier que están completamente paralizadas porque la Cuenta Corriente Única de Comercio Exterior (CCUSE) no valida el formato y no se pueden pagar. La desesperación de aquellos que tienen facturas impagas ante este formato es muchísima, puesto que el proveedor amenaza con no entregar más mercadería si ya no ha concretado la amenaza. Por otra parte, se ven ante la angustia de no saber cuándo podrán pagar y a qué precio. Este problema afecta a grandes y a chicos: muchas firmas usaban este sistema para traer el repuesto de una máquina dentro de su línea de producción. Si el repuesto no puede viajar porque no se puede pagar, la línea se para.


El problema de los exportadores


Habilitar las operaciones de importación a través de un dólar más alto, traería como respuesta el reclamo de los exportadores que querrían, o bien, que se les brindará la misma opción, o bien, que el Banco Central les pagara más por cada dólar liquidado. Si el BCRA les posibilitara ingresar al mercado bursátil para liquidar sus operaciones los exportadores, dado que vale casi el doble que el oficial, esto implicaría que todos los dólares de la actividad comercial fueran al mercado privado. El Banco Central no podría acumular reservas. Si quisiera continuar acumulando reservas a través de la actividad comercial, debería o reducir las retenciones - para que el resultado final que obtiene el exportador fuese más alto -, en perjuicio de la recaudación; o llevar adelante un sistema como el del dólar soja, pero para todos los rubros. Para financiar este tipo de sistema el gobierno necesitaría emitir, y ya sabemos qué es lo que traería aparejada este tipo de medida: más inflación.


La inflación y la devaluación o la actividad económica


Un desdoblamiento del mercado cambiario para la actividad del comercio exterior generaría una mayor presión sobre el peso, y su devaluación. A medida que las operaciones comerciales se trasladen al mercado financiero, la brecha entre éste y el tipo de cambio oficial se acrecentaría y generaría una mayor presión sobre el peso. Los precios tomarían como referencia el dólar financiero - algo que ya sucede-, pero que, al no estar intervenido si su demanda crece, su valor se incrementará. Esto implicaría que la inflación continuará subiendo y lejos quedaría el objetivo anual del 60%. Más cerca estaríamos de superar los valores actuales.

El desdoblamiento cambiario para las operaciones comerciales ya se ha hecho en la Argentina. Por ejemplo, lo llevó adelante el ministro de Economía Dagnino Pastore (1982). También se hizo en la década del 50, donde se generó un tipo de cambio especial para las exportaciones de $5 por dólar y para las importaciones de $ 7,5 por dólar. Sólo por nombrar algunos casos, pero si recorremos lo más de 200 años de historia económica argentina podríamos encontrar algunos casos más. La realidad es que el resultado de este tipo de medida no ha sido positivo. Todo lo contrario, hemos terminado en profundas crisis económicas.

Hoy estamos ante la difícil encrucijada: o se continúa pisando las importaciones, viviendo con un dólar oficial ficticio al cual cada vez menos personas pueden acceder, y ante el riesgo del desabastecimiento y una suba de precios que se apoyará en la falta de productos; o se apuesta a la reactivación comercial, pero asumiendo el costo de la suba de la inflación y la caída del valor del peso. Ambos casos tendrían un impacto en el poder de compra de la sociedad, lo que generaría un gran descontento. En especial, si no se acompaña con suba de salarios. Lo que siempre hay que tener presente es que la economía de una manera u otra encontrará el camino para salir adelante, el problema es que, si lo hace por si sola, lo hará de una manera mucho más cruda. Si las empresas cierran, es trabajo genuino que se perderá y el Estado no podrá absorber la carga. Hay que tomar decisiones, el tiempo se está acabando.


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