Anoche en un breve comunicado a través de la red X el ministro de Economía indicó que la reducción de la alícuota del Impuesto País del 17,5% al 7,5% para importaciones de bienes y fletes será efectiva desde el 2 de septiembre. ¿Qué sabemos al respecto?
Miércoles 28 de agosto de 2024, Mg. Yanina S. Lojo
Las noticias corren muy rápido y más cuando son buenas noticias. Y eso es lo que sucedió anoche con la confirmación por parte del ministro de Economía a través de una publicación en la red X sobre la reducción del Impuesto País.
Obviamente que la noticia fue muy bien recibida por los operadores del comercio exterior, pero quedan todavía varios puntos pendientes de resolver, que probablemente con la publicación de la normativa se despejen.
¿Qué pasará con el esquema de alícuotas?
Quienes importan bienes y servicios saben que existen varias alícuotas y que depende del producto y/o servicio, la que se aplica.
Por un lado, tenemos la mayoría de los bienes y fletes internacionales que tributan el 17,5%. Después están los bienes suntuarios que pagan el 30%. Otros servicios que tienen una alícuota del 25%, y así podemos seguir desagregando.
Por el momento, el ministro solo hablo de la reducción de la alícuota del 17,5%. ¿Por qué menciona esta? Porque es la que en diciembre se había llevado del 7,5% al 17,5% con el compromiso de reducirla en cuanto sea posible. La experiencia nos ponía escépticos, porque en Argentina todo lo que sube nunca baja. Sin embargo, parece que esta vez se ha cortado el círculo.
Ahora, ¿qué pasará con el resto? No hay información, más allá de trascendidos o rumores, sobre otras modificaciones en los esquemas de alícuotas. Pero teniendo en cuenta lo importante que es el impuesto para la recaudación cuesta imaginar mayores reducciones. Pero hasta que no este la normativa, no lo descartaría.
¿Qué pasará con los pagos a cuenta?
Como ya hemos explicado en otras oportunidades, el Impuesto País se aplica sobre la compra de divisas para el pago de importaciones de bienes y/o servicios. No sobre la importación. Entonces, ¿por qué al nacionalizar pagamos el tributo? Lo que hacemos es un pago a cuenta que dispuso la AFIP cuando reglamentó la norma, correspondiente al 95% de la alícuota aplicable.
Este pago a cuenta se tiene en cuenta al momento de acceder al MULC para cancelar la deuda con el proveedor. Las entidades financieras liquidan el impuesto sobre el valor FOB de la mercadería – en el caso de bienes -, por la alícuota que le corresponde a esta, al tipo de cambio de la fecha de acceso. Y luego restan lo abonado en pesos en la nacionalización.
Esto último generó un gran perjuicio a aquellas empresas que tuvieron que cancelar deudas de 2023 porque no sólo sufrieron el efecto del cambio de alícuota sino también de la devaluación.
Lo que aún no sabemos y tendremos que esperar la normativa es cómo se tomarán los pagos a cuenta ya realizados sobre la base de la alícuota del 17,5%. Porque una vez que se reduzca al 7,5% es probable que quede un excedente. ¿Qué pasará? ¿Se tomará a cuenta? ¿Se convertirá en saldo de libre disponibilidad? ¿Se podrá pedir la devolución? Esto último, teniendo en cuenta que aquellos que suscribieron BOPREAL serie 1 y pidieron la misma aún no han cobrado, no sería la mejor opción.
La recaudación, ¿se compensará la disminución de ingresos?
Según los datos, el Impuesto País ya representa casi el 40% de la recaudación del fisco y junto con los tributos por exportación son los principales ingresos del Estado. Según trascendió no se buscará compensar de ninguna manera la baja.
Obviamente el gobierno apunta a que a medida que se produzca la reactivación económica, y que sean los impuestos al consumo los que empiecen a engrosar las arcas. Al mismo, tiempo quizás el volumen de lo importado suba y esto permita compensar la baja de la alícuota.
El dilema de los exportadores
El problema que se presenta hoy para aquellas empresas que son exportadoras y también importadoras es que el tipo de cambio exportador quedará por debajo del importador. Por ejemplo, con los datos de hoy por cada dólar que entregan los exportadores reciben $1.016 mientras que para pagar sus importaciones deberían entregar más de $1.021 con la rebaja de alícuotas.
Aquellos que tiene que importar insumos para producir y luego exportar, siguen enfrentando esta dificultad que no sabemos hasta ahora como se compensará. Más teniendo en cuenta que lo que más necesita la Argentina es el ingreso de dólares genuinos para recomponer las reservas.
Una buena noticia
En un país como el nuestro dónde nunca nada baja, que se hayan comprometido a reducir la alícuota que se subió en diciembre pareciera mostrar no sólo voluntad por mejorar la situación de las empresas, sino que la palabra se cumple. Y eso para el mercado, para el sector privado es muy importante. Es parte de la tarea que se necesita hacer: devolver confianza. Solo vamos a lograr salir adelante si hay palabra, si hay confianza, si hay expectativas de mejora y si se trabaja mancomunadamente entre el sector público y el privado.
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