Se conocieron los datos del intercambio comercial y el año 2024 termina con la balanza comercial entre ambos países negativa para Argentina pero con una caída sustancial del déficit. Sin embargo, preocupa mucho en el sector exportador la situación de la economía brasileña.
Martes 7 de enero de 2025, Mg. Yanina S. Lojo
Desde diciembre la situación económica de Brasil empezó a encender las alarmas de los argentinos, más allá del sector turístico que parecía ser el más afectado. Si bien la noticia era que debido a la depreciación del real el afluente de argentinos a nuestro vecinos iba a ser muy importante, hay un impacto aún mayor que afecta a toda la economía en general y es la competencia internacional con nuestro principal socio.
¿Cómo termino el 2024?
La relación entre Argentina y Brasil, es deficitaria para nuestro país pero 2024 tuvo una fuerte contracción. Cuando se compara con 2023 se habría reducido aproximadamente un 93%.
Según se desprende de los datos recabados se dieron dos efectos: por un lado cayeron las importaciones pro también aumentaron las exportaciones desde Argentina. Las compras desde Brasil se contrajeron un 16,9% de las importaciones mientras que las ventas crecieron un 13,2%. De esta manera, el déficit final sería de USD 308 millones contra USD 4.714 millones que arrojó en 2023.
¿Cuáles fueron los sectores que potenciaron este movimiento?
Obviamente que hubo un comportamiento generalizado, en particular en el caso de las importaciones donde pudimos observar que la caída responde principalmente a una situación que afectó a la economía en general como ser la contracción de la actividad económica y además el importante shock que provocó en el intercambio en general por la acumulación de deuda de 2023, hay un sector que traccionó con mayor fuerza. La reducción en las compras de soja, que significaron un ahorro de USD 1.938 millones en relación a 2023 es uno de los motivos que permite explicar la mejora en el intercambio.
A su vez, no podemos dejar de analizar la otra pata, las exportaciones: donde las exportaciones de vehículos, tanto para el transporte de mercancías como de pasajeros impulsaron las ventas. Es importante señalar que se estima que ambos segmentos representaron unos USD 731 millones.
¿Qué pasará en 2025?
Comenzó un nuevo año y con su llegada, también hay nuevos desafíos. En particular, la situación de la economía de Brasil se ha vuelto la preocupación de muchos exportadores argentinos y también de algunos fabricantes locales. ¿Por qué? El real se depreció casi un 28% y es la mayor desde 2020 cuando supero el 29%. Inclusive para algunas consultoras privadas el real fue la moneda que más perdió valor este año entre las de los países del G20 y la sexta en el mundo. Este resultado se alcanzó luego de que el Banco Central de Brasil tomará varias medidas para tratar de contener la situación: desde suba de las tasas de interés como la subasta en el mercado de dólares para incrementar la oferta.
Mientras que quienes eligen vacacionar en el país vecino celebran la depreciación del real, el sector exportador y productivo empieza a mirar con temor a nuestro gigante socio comercial. A diferencia de la moneda de Brasil, el peso argentino es una de las monedas que más se revalorizó en todo el año pasado y es por ello que, muchos han decidido referirse al mismo como "súper peso".
En este contexto es que muchos empiezan a pensar que 2025 será un año donde el déficit comercial se va a profundizar y que las ventas a otros países también podrían verse afectadas si no hay mejoras en la competitividad local. Mientras que algunos ven la solución solo por el tipo de cambio otros piensan más allá y empieza a analizarse el "costo argentino" en profundidad.
El alivio tributario y la mejora de las condiciones
Desde el gobierno han confirmado que no tienen intenciones de ajustar el tipo de cambio, por el contrario, de confirmarse la tendencia en la desaceleración de inflación se reducirá la velocidad de ajuste mensual del tipo de cambio del 2% al 1%. Es decir, el crawling peg pasará del 2% al 1% mensual.
Por lo cual, varios sectores empezaron a levantar la mano y a pedir mejoras en materia impositiva. El campo sabe que el 2025 será un año difícil: precios internacionales por el piso, condiciones climáticas poco favorables y previsiones de muy buenas cosechas en los principales competidores. Por eso han vuelto a la carga con el pedido de la quita de retenciones. El presidente respondió que su compromiso está en la eliminación cuando el déficit fiscal se lo permita. Mientras tanto volvió a mencionar su decisión de llevar adelante una reforma tributaria para reducir la cantidad de impuestos que hoy se aplican.
Asimismo, el sector industrial también empezó a analizar su situación particular. Un informe elaborado por un grupo de cámaras de la industria metalúrgica buscó exponer el impacto que los impuestos tienen en el precio final de los productos. Según el trabajo presentado la presión tributaria que soportan los productos metalúrgicos en nuestro país en promedio se ubica en el 32%. Pero hay que remarcar que esto es sobre el precio puesto en la puerta de la fábrica, sin considerar el IVA por lo cual a medida que nos acercamos al consumidor esto porcentaje probablemente suba. Y hablando de competir internacionalmente, cuando se estimó para países como Brasil y México, resultaba ser la mitad que en Argentina.
Es por ello que, el trabajo remarca que nuestro país se encuentra dentro de los que mayor carga tributaria posee a nivel global, con un sistema tributaria que posee más de 155 impuestos y tasas.
Otro punto importante son los costos laborales, ya que señalan en el informe que los impuestos al trabajo representan la mayor carga tributaria para este sector, sumándose a Ingresos Brutos y Ganancias, que "en conjunto conforman dos tercios del peso fiscal total."
Pero esto no es todo, el nivel de atraso en la infraestructura y las malas condiciones restan competitividad para empresas que hoy necesitan si o si minimizar sus costos. Al estar tan alejados del mundo es vital mejorar las condiciones logísticas y ampliar las posibilidades.
La salida del cepo definitivamente también permitirá mejorar los costos y dar mayor herramientas a las empresas, pudiendo negociar con sus proveedores mejores condiciones al poder acceder con normalidad al pago de las operaciones. La decisión de ampliar el plazo para algunos productos que se exportan y que tienen que ver con el sector agropecuarios busco poner a los exportadores en mejor condición ante sus competidores externos que podían ofrecer mejores plazos. Y ese es un buen camino por el cual seguir.
Claramente, la industria y el campo están enfocados hoy en buscar mejorar la competitividad y en el contexto actual, con la política adoptada por la Administración actual, será proponiendo mejoras desde el punto de vista de la reducción de aranceles - para bajar el costo de producción argentino -, la eliminación o disminución de impuestos, así como también acompañar las modificaciones que presente el gobierno en materia impositiva y laboral que puedan implicar una reducción de costos.
Si no se toman medidas en ese camino es probable que los exportadores brasileños aprovechen la oportunidad para potenciar sus ventas, y los compradores reduzcan su demanda. Pero tampoco todo esta dicho porque algunas de las decisiones tomadas en materia fiscal - como la suba del IVA -, podrían tener un efecto en la demanda que, aunque sea un gigante impacten en la manera en que Brasil consume y produce.
Igual no hay que olvidarse, estamos hablando de un gigante que puede parecer dormido pero que cuando se toma fuerza no tiene limites para expandirse, como hasta ahora a demostrado.
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