La semana pasada se conoció el dato de la inflación, y esta semana el INDEC informó cómo evolucionó la Canasta Básica. Este dato más que significativo nos permite conocer cómo evoluciono la pobreza y la indigencia en 2023.
Martes 16 de enero de 2024, Mg. Yanina S. Lojo
Ayer el organismo que conduce Marcos Lavagna dio a conocer el dato de la Canasta Básica Total y la Canasta Básica Alimentaria. Dos datos más que significativos porque nos permite conocer donde se ubicarán tanto la línea de la pobreza como de la indigencia en la Argentina. Y más allá del salto mensual, la variación acumulada en 2023 muestra que la presión de los precios de los alimentos fue muy importante, mostrando la ineficiencia de las políticas de acuerdo de precios para combatir la inflación.
Fuente: INDEC
La Canasta Básica Total (CBT)
La CBT delimita la línea de la pobreza en función del nivel de ingresos que una familia o individuo percibe por mes. En el mes de diciembre mostró una evolución del 27%, y en todo 2023 acumuló una variación positiva de 225,1%.
En ambos casos, se ubicó por encima del IPC promedio que cerró el último mes de 2023 en un valor de 25,5%, y un acumulado de 211,4%.
La Canasta Básica Alimentaria (CBA)
La CBA al igual que la CBT utiliza los ingresos para determinar donde se ubica la línea de la indigencia en nuestro país. En diciembre se ubicó en el 30,1% mientras que en todo 2023 cerró mostrando un ajuste del 258,2%.
Nuevamente, vemos que el resultado ha quedado muy por encima del índice general de precios. En el caso de alimentos y bebidas no alcohólicas el INDEC había relevado una evolución en diciembre del 30,7%, un valor prácticamente similar al que arroja la canasta.
La línea de la pobreza y la Indigencia en Argentina
Según informó el INDEC para no ser pobre un argentino necesito contar con un ingreso mínimo de $160.453 mientras que para no ser indigente $77.890.
Sin embargo, estos valores cambian cuando se analiza por grupo familiar. En diciembre para no ser pobre una familia compuesta por cuatro miembros necesito casi medio millón de pesos para no ser pobre. Mientras que no ser indigente el valor supera los $240.000.-
La inflación y el poder adquisitivo de los argentinos
A medida que fue transcurriendo el año, la inflación fue incrementándose y el poder de compra de los argentinos se fue licuando.
Los datos que muestra el INDEC puede que estén lejos de reflejar la realidad cotidiana de cada familia. ¿Por qué? Porque es un promedio. Cada uno posee su propia canasta de consumo y nota que está se mueve por encima o por debajo de los valores señalados.
Obviamente, muchos explican este salto en el valor de la Canasta Básica a liberación de los precios que se produjo en diciembre. Si, es real: los precios se liberaron. Pero también es cierto que esto era más que necesario porque no se podía continuar en la situación en la que se encontraba la economía argentina. Se necesitaba que los precios se sinceraran.
Durante meses gracias al congelamiento que se aplicaban muchos bienes no mostraban un ajuste en su valor, mientras otros perdían la referencia. Porque lo que hacen este tipo de políticas es introducir una enorme cantidad de ineficiencias en el mercado que terminan por castigar al consumidor, y siempre al que menos tiene.
Las prácticas de acuerdos de precios como las que se han observado durante todo 2023 generan lo que se llamó inflación reprimida. Muchos economistas han buscado representar esta situación como una olla a presión. A medida que el tiempo transcurría y se sostenían este tipo de controles, el desarreglo en los precios era cada vez mayor. Tanto para aquellos alcanzados por la garra del Estado como por los que no. ¿Por qué? Porque como hemos explicado en otras oportunidades, aquellos que no quedaron atrapados en estas prácticas distorsivas empiezan a ajustar sus precios por miedo a que les llegue a ellos también el congelamiento. De esa manera, buscarán quedar cubiertos por el tiempo que no puedan modificar sus precios. Mientras que los que han quedado alcanzados se pueden presentar dos situaciones: muchos logran ajustar sus precios antes del congelamiento para de esa manera obtener algún tipo de cobertura, y los que no, al momento de salir del corsé pegan un salto en los precios. Muchas veces este es acompañado también por un ajuste de los que no estaban congelados. En otras palabras, todos se mueven y nos encontramos ante la difícil situación de un over shooting de precios donde los consumidores pierden toda referencia: ya no saben qué es caro ni qué es caro, Ni cuanto debería valer cada cosa.
Durante todos 2023 se dijo que se estaba combatiendo la inflación, pero jamás se le presentó batalla real. Por el contrario, se implementaron una serie de medidas y políticas que lo único que hicieron fue echar más leña al fuego. Hoy decisiones como cortar con la emisión monetaria, y tratar de secar la plaza, están tratando de emprender la dura tarea de controlar el salto inflacionario que era inevitable. Los precios que pegaron un salto en diciembre deberían poco a poco, si las cosas se hacen bien, ir acomodándose y respondiendo a las leyes de la oferta y demanda. De esa manera, si logramos empezar a ver efectos de desaceleración en el ajuste de precios para febrero estaremos encaminados. El proceso para todos los argentinos será muy doloroso. Todos sentiremos el efecto.
La inflación es el impuesto más dañino de la economía: vuelve a todos los habitantes más pobres. Pero el problema es que aquellos que cuentan con menos recursos son los más afectados porque el daño que se les produce es superlativo. Muchos son expulsados de la economía formal y jamás pueden volver. La economía argentina está seriamente enferma. Y el tratamiento nos hace mal a todos, pero no por ello podemos no hacerlo. Hay que sanar. Solamente si entendemos que estamos todos juntos en el mismo barco, y que hoy más que nunca nos tenemos que tender una mano, podremos salir adelante.
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