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Economía anuncia posible reforma del INDEC

Mientras el dólar sigue subiendo y pareciera que busca un nuevo piso, se espera el dato de la inflación del mes de diciembre. El valor de la Ciudad de Buenos Aires lejos está del esperado por Nación. Desde Economía adelantaron que quieren modificar el INDEC.

Miércoles 11 de enero de 2023, Mg. Yanina S. Lojo


El mes pasado el Informe presentado por el INDEC mediante el cual se dio a conocer el IPC de noviembre sorprendió a muchos. La inflación quedaba lejos de lo que los privados habían estimado. Y el gobierno se anotaba un poroto. Lograba mostrar una desaceleración con respecto a meses anteriores. A la espera del valor del mes de diciembre, se conoció que el ministerio de Economía evalúa llevar adelante una reforma.



¿Qué implicaría la reforma?


Se buscaría, a través de un proyecto de ley que se presentaría en el Congreso Nacional, brindarle al INDEC una mayor autonomía y ampliar la fuente de datos de donde se nutren las bases del organismo. Pero el proyecto pareciera ser más ambicioso puesto que buscaría cambiar la forma jurídica y la designación de sus autoridades.


¿Por qué reformar el INDEC?


Según el borrador del proyecto el objeto de esta modificación es “adaptar la producción estadística a las nuevas prácticas internacionales, además de fortalecer la independencia y coordinación del Sistema Estadístico Nacional”. Quienes están detrás de este proyecto aseguran que la Ley actual tiene más de 50 años y necesita ser agiornada.


¿Por qué modificar la forma jurídica y la designación de autoridades?


Se buscaría que el Instituto pase de ser un organismo desconcentrado a ser un ente descentralizado y autárquico con autonomía funcional. Muchos se preguntarán cuál es la diferencia entre un ente desconcentrado y uno descentralizado. En el primero, el Poder Ejecutivo tiene poder jerárquico y supone amplias atribuciones. Mientras que, en el segundo caso, el poder es de control administrativo. Es por ello, que hoy quien dirige el INDEC es designado por el Poder Ejecutivo Nacional, con acuerdo del Senado de la Nación.


La propuesta sería designar un Director Ejecutivo y uno Técnico, quienes podrían estar en su cargo por 5 años. Para obtener su puesto deberían pasar por concurso público de antecedentes y oposición. El objetivo sería que los puestos fueran desempeñados por profesionales con vasta trayectoria y alta valoración profesional, además de idoneidad para ejercer la función desde el punto de vista de los conocimientos técnicos.


Nuevos mecanismos de control


El proyecto prevé la creación de una Comisión Bicameral de Seguimiento Estadístico Nacional, para que sea el Congreso quien tenga un mayor control sobre la elaboración de la información estadística. Según el borrador, ésta podría proponer mejoras metodológicas, nuevas operaciones y producciones, así como recomendar la remoción del Director Ejecutivo si éste no cumpliera con sus funciones.


Registros Administrativos


Es el mecanismo que se empleará para llevar adelante un proceso de modernización, que implica una fuerte coordinación entre quienes proveen los datos, así como quienes los usan para elaborar los informes. Por ello, se remarca la importancia de reforzar el secreto estadístico en cuanto a lo que refiere a las condiciones de confidencialidad, la producción y el almacenamiento de la información obtenida.


Programa Estadístico Plurianual


Sería de carácter obligatorio, a fin de definir el desarrollo estratégico de las estadísticas oficiales y la coordinación de la producción entre los diferentes organismos que intervienen. Se espera que puedan incorporarse como proveedores de datos a la Aduana y a la AFIP


¿Es el momento?


Esa es la gran incógnita. ¿El INDEC necesita reformas? Algunos podrán argumentar que no, otros que sí. Tengamos en cuenta que, por ejemplo, los datos del Censo realizado en mayo de 2022 debían darse a conocer formalmente en agosto y tuvo que postergarse a 2023 debido a inconvenientes técnicos. Marcos Lavagna logró devolverle seriedad y confianza a un organismo que había quedado completamente desprestigiado. Y eso es algo que merece reconocerse independientemente de cualquier critica que se pueda hacer a la información suministrada.


Es necesaria la modernización de muchas variables, fuentes de información, inclusive de las ponderaciones que se hacen dentro de la canasta que mide, por ejemplo, el IPC para que respondan en mayor medida a la manera en la que consumen los argentinos hoy. Eso le brindaría aún más confianza al número que se da a conocer todos los meses. Porque el mayor problema que está teniendo en este último tiempo, es que la gente empieza a mirar el número con recelo. Mientras que le dicen que la inflación perforó el 5%, el ciudadano de a pie siente que cada vez le alcanza para menos, que los servicios le aumentan cada vez más y que con lo que gana ya no puede seguir viviendo como antes.


Si la inflación para aquellos que viven en CABA es del 5,8% que le digan que a nivel nacional es menor, poco le incide y lo hace desconfiar. Lo mismo le debe pasar a un cordobés o a un misionero. Los promedios terminan por no hacerle justicia a la situación real.


El mayor problema es el timming. En este momento, donde se está discutiendo si la inflación se desaceleró o no; si llegamos a marzo con valores cercanos al 3%; donde se está presionando fuertemente a las empresas a través de los programas de Precios Justos, uno podría pensar que no es el mejor momento por lo menos desde lo comunicacional. En los papeles, el proyecto suena bastante ambicioso. Pero también se puede interpretar como una manera de intervenir en los valores que se informan – porque somos argentinos y por naturaleza desconfiamos -, aunque la forma quizás no sea tan obvia.


Otra objeción que podría hacerse, pero previamente habría que analizar los números, es si estos cambios implicarán un mayor egreso de fondos por parte del Estado Nacional. En un momento de ajuste, donde lo que se necesita es recortar el déficit hay que buscar el mecanismo para modernizar el Instituto sin aumentar el gasto. Por ello, insisto habría que analizar cómo se manejaría presupuestariamente la cuestión porque quizás pueda por el momento mantenerse el mismo sistema, pero modernizar los mecanismos estadísticos a fin de brindar información de mejor calidad.


Es interesante que el INDEC pase a tener un control por parte del Congreso, al fin y al cabo, es el Poder donde todos los argentinos se ven representados. Pero a la vez, el hecho de que pueda tener influencia sobre la posibilidad de remover al Director Ejecutivo podría volverse un nuevo ámbito para la lucha de poderes políticos. Y es lo último que debería suceder. El INDEC se debería mantener lejos de todo lo que pueda contaminarlo o darle un tinte político. Porque es ahí donde los temores se reavivan y si no podemos confiar en los números que nos brinda … bueno ya sabemos lo que pasa. Es historia. Como casi todo en nuestro país. Ya lo vivimos, ya lo enfrentamos y como si viviéramos en un eterno loop nos volvemos a encontrar cara a cara con aquello que creíamos que habíamos superado.

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