En los dos últimos meses las posiciones en los plazos fijos UVA +1 han ido bajado. ¿A dónde van los fondos? ¿Qué está sucediendo?
Martes 15 de noviembre 2022, Mg. Yanina S. Lojo
Según el informe elaborado por el Banco Central, el stock de colocaciones de plazos fijos UVA +1, aquellos que se colocan a un plazo mínimo de 90 días para obtener una tasa por encima del índice de inflación, cayeron significativamente en los últimos dos meses. Se estima que se retiraron fondos por unos $25.000 millones. Mientras que en agosto las colocaciones ascendían a $ 399.407, en octubre su ubicaron en los $375.086 millones. ¿A dónde están yendo? ¿Qué fenómenos hay detrás?
Crecen los plazos fijos tradicionales
Mientras que la tasa de interés de un plazo fijo está perdiendo contra la inflación, y la mayoría de los analistas los desaconsejan, las colocaciones han subido. En agosto el stock se encontraba en los $5.4 billones, ya en octubre se ubicaba en los $6.5 billones. Esto marca un crecimiento en los últimos tres meses de un 20% mientras que los plazos fijos UVA cayeron un 6%. Muchos creen que esta migración de los fondos se debe al miedo de los inversores a inmovilizar capital por tres meses, teniendo en cuenta que los vencimientos de los plazos fijos UVA que se constituyen hoy son en febrero. El miedo a qué podrá pasar durante diciembre y el verano empieza a acechar. En el inconsciente colectivo pesan los hechos históricos de otros diciembres, y muchos ven con temor la temporada de vacaciones cuando todo el mundo está concentrado en otras cosas. ¿A qué se teme? La sequía, la falta de dólares, los vencimientos de las deudas comerciales, y los rumores de que podría volver un esquema parecido al dólar soja generan desconfianza entre los inversores. Estos están optando por hacer inversiones que rinden por debajo de la inflación a cambio de tener mayor liquidez.
Dólar Messi
Desde hace un tiempo, corre el rumor del "dólar Messi". Es decir, muchos analistas han planteado que durante el mes del mundial el gobierno podría acelerar el crawling peg, o bien, llevar adelante una corrección del tipo de cambio oficial. Para ello se aprovecharía el mes del Mundial de Qatar, cuando la atención de la gente está puesta en lo que sucede con la Selección, y podría pasar un poco más desapercibido que en condiciones normales. En la jornada de ayer el Banco Central perdió reservas por unos USD 100 millones, y de esta manera, la sangría se ubica en los peores niveles de los últimos 26 meses. Esto hace dudar hasta cuándo podrá continuar la situación del tipo de cambio ficticio que el BCRA mantiene a costa de dólares que tan caros pagó.
La calma del dólar
Ante un dólar calmado puede que muchos estén empezando a pensar en 2023 y comiencen a dolarizar su cartera. Tanto el dólar libre como las divisas financieras han mostrado en los últimos dos meses un comportamiento mucho más tranquilo que lo que habían hecho los primeros meses del segundo semestre. La perspectiva de una corrección del tipo de cambio hacia finales de 2022 o principios de 2023, y en vistas de la aparente pax cambiaria muchos inversores pueden estar optando por desarmar sus posiciones en pesos y paulatinamente ir posicionándose en dólares. Hoy todas las cotizaciones están corriendo por detrás de la inflación, por lo que la pregunta no es si habrá corrección sino cuándo se hará. Cuanto antes crean los inversores que este fenómeno sucederá, antes comenzará la migración.
La erosión del poder adquisitivo
En general, las colocaciones de plazos fijos UVA están vinculadas al pequeño inversor dado que es un producto que no se suele ofrecer a las empresas. Por lo cual, el motivo detrás de la caída de las colocaciones puede estar asociado con la pérdida de poder adquisitivo. Muchos inversores pueden estar necesitando hacerse de los excedentes para enfrentar gastos proyectados o bien corrientes. Algunas personas podrían haber hecho plazos fijos UVA+1 pensando en proyectos que tendrían que enfrentar en esta etapa del año o una suba de gastos, motivo por el cual, están desarmando sus posiciones para hacerse de la liquidez que necesitaban. Por ejemplo, quizás algunos recurrieron a este tipo de inversión como mecanismo de ahorro pensando en sus vacaciones y por ello ya no pueden renovar nuevamente por tres meses. Por otro lado, la caída en el poder adquisitivo genera incertidumbre que hace que las personas no quieran inmovilizar su capital durante tres meses por miedo a necesitar antes su dinero, y opten por recurrir al plazo fijo tradicional para garantizarse los fondos de manera rápida en caso de necesitarlos.
La suba de precios y la posible escasez de productos
Algunos inversores pueden estar previendo que las trabas a las importaciones tendrán un efecto sobre los precios y la disponibilidad de productos, y esto puede producir que muchos opten por hacerse de la liquidez que generaron para hacerse de bienes durables o incluso acopiar productos. Por ejemplo, aquellas personas que tienen por delante una obra de construcción y prefieren convertir ese dinero en materiales.
¿Qué está viendo el mercado?
La sequía que golpea fuertemente al país hace suponer que la situación de las reservas lejos está de mejorar, por lo cual, muchos pueden haber optado por moverse del plazo fijo UVA+1, al tradicional para poder contar con su dinero en diciembre cuando haya que hacer frente a los gastos asociados con las fiestas y las vacaciones. Esto es una señal de que la gente no espera que la inflación baje, por el contrario, tiene mayor miedo a que se acelere la suba de precios e inclusive que al gobierno se le complique seguir manteniendo el tipo de cambio en un valor tan bajo. Tarde o temprano, quizás más temprano que tarde, el dólar va a tener que ajustar - sea desde el oficial o acrecentando la brecha -, y los inversores quieren estar preparados para responder rápido y evitar pérdidas o minimizarlas. Desde el punto de vista financiero, la colocación de dinero en un plazo fijo tradicional no es una inversión que rinda de manera adecuada. Pero toda decisión de inversión debe tener en cuenta el perfil de riesgo del inversor y en este momento, puede que la tasa ya no esté siendo suficiente para que los inversores estén dispuestos a asumir el riesgo de inmovilizar capital por tres meses. El Mundial empieza este fin de semana, y con funcionarios que hacen declaraciones donde dejan entrever que es más importante un partido de fútbol que solucionar la inflación - dos cosas que no tienen nada que ver y que no son mutuamente excluyentes-, nos hacen pensar que quizás los temores no son infundados.
Comments