El viernes se despide el dólar soja, y según trascendió este fin de semana, debutaría el dólar Qatar. Con la inflación por las nubes y una leve recuperación de las reservas el gobierno apunta a controlar el gasto con tarjeta de crédito. El efecto puede ser diferente al que se busca lograr.
Lunes 26 de septiembre de 2022, Mg. Yanina S. Lojo
Este domingo trascendió que el gobierno anunciaría, juntamente con los resultados del dólar soja, un nuevo dólar turista - denominado por el periodismo como dólar Qatar -, sin embargo, aún pareciera que no se han definido los detalles. ¿Qué sabemos hasta ahora?
Dólar por y para el turismo
Aquellos que tuvieron la suerte de poder sacar su paquete para el mundial ya pagaron el pasaje aéreo, el hospedaje y las entradas. En otras palabras, los gastos más fuertes que debían realizar. Y dado que no se trata de un turismo de compras, los gastos que deberán realizar serán los mínimos principalmente asociados con la movilidad y la alimentación. Por ello, podemos pensar que el dólar Qatar poco tiene que ver con este país y más tiene que ver con la programación de las vacaciones de los argentinos para el verano que, en general, arranca en el mes de octubre. Cuando la economía lo permite, algunos argentinos - aquellos que aún pueden y que cada vez son menos -, suelen elegir destinos en países limítrofes o en el norte del continente. Es de suponer que es a estos pocos afortunados que el gobierno quiere desalentar. La medida estaría orientada a servicios que se prestan en el exterior y no afectaría a las plataformas de streaming.
¿Cómo sería el nuevo dólar turista?
Según trascendió se llevaría el tipo de cambio base a $200.-, el mismo que se usó para el dólar soja, y a eso se le sumaría el Impuesto país del 30% y la percepción del Impuesto a las Ganancias. Y ahí radicaría en parte el conflicto. Dentro de Economía no están de acuerdo aún en cómo debería continuar dicha percepción: si con el mismo valor, si reduciéndolo a la mitad, pero reduciendo el porcentaje por el cual se puede solicitar la devolución. Muchos portales sugirieron hoy que el valor del nuevo tipo de cambio quedaría en $300.-, cuando hoy el dólar turista está $264,69. Esto implicaría que se encarecería la operatoria por $35,31 - un 13,34%-, colocando el tipo de cambio cercano al CCL y más arriba que el tipo de cambio blue. Algunos también se animaron a adelantar que sería posible para los extranjeros también acceder a este tipo de cambio más alto.
¿Cuál es el problema de esta medida?
El problema es de expectativas. Muchos argentinos ya preveían que en breve se podría modificar la normativa y tomaron la decisión de adelantarse. Hace ya semanas que se habla de cambios en el dólar turista, y que se recomendaba contratar los paquetes para ganarle a la medida. Así que quienes tenían la disponibilidad económica tomaron la decisión y no lo dudaron.
Por otro lado, cuando al argentino se le dificulta viajar al exterior comienzan dos fenómenos: suben los precios para hacer turismo nacional, y se multiplican las avivadas criollas. Empiezan a observarse que se pide en dólares el alquiler por una casa en Las Toninas a un valor muy por encima de lo que suele estar en una temporada normal. Los menús se dolarizan y las carpas se vuelven no solo difíciles de conseguir sino artículos de lujo. Todo eso no puede ser más contraproducente para la inflación. Esto hace que muchos que viven cerca de la frontera analicen los costos y terminen yendo al exterior- en un viaje más "gasolero" -, porque en la cuenta final la diferencia no es tanta.
Por otro lado, ¿alguien pensó en qué va a pasar si el dólar turista es más caro que el dólar blue?. La gente que quiere viajar o que ya tiene comprado el pasaje se va a volcar al dólar blue. Comprarán lo mínimo indispensable con la tarjeta y el resto buscarán pagarlo con el dólar billete. Si bien el gobierno podrá decir que eso es beneficioso para las reservas, tiene el grave problema de que la cotización se recalentará y terminará subiendo, haciendo que la brecha se amplíe nuevamente. La suba del dólar blue se trasladará a precios y a la inflación.
En conclusión, que queda claro que la prioridad de Economía está en las reservas, el motivo por el cual es así no es tan claro. ¿Es para mejorar la situación del peso? ¿Es para evitar shocks? ¿Es para garantizar el ingreso de insumos que tanto necesita la industria? ¿Es para respaldar la emisión ante un año eleccionario? ¿Es para cumplir la meta del FMI y garantizar la llegada de más dólares? ¿O es para preparar el terreno para una devaluación?
El problema es de expectativas. De las anteriores preguntas, la que crean la mayoría de los argentinos explica mejor la decisión relativa al cambio en el dólar, definirá cómo terminará el partido que juega Massa: será un empate, una derrota o perderá por goleada.
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