Los anuncios y los contra anuncios de parte del gobierno en relación con el dólar, la situación global y el golpe fiscal a las importaciones sacuden al comercio exterior y lo dejan mal herido.
Martes 4 de abril de 2023, Mg. Yanina S. Lojo
Esta semana se supone que llegarían los anuncios del nuevo “dólar agro” que alcanzaría a más sectores que al sojero. Pero la dificultad para acordar con los diferentes representantes, como para que la idea sea aceptada internamente podrían demorar los anuncios para después de las Pascuas.
En medio de esto, tenemos el problema del petróleo que augura que el problema de la inflación en el mundo lejos esta de haber terminado, lo cual no es bueno para nuestro país. Al mismo tiempo, la recaudación fiscal no deja de caer y es por ello, que la decisión de la AFIP de modificar el régimen impositivo para las importaciones llegará directo a golpear los bolsillos de los consumidores Mientras tanto la relación con nuestro principal aliado comercial pone más presión sobre las reservas.
El nuevo dólar
Ayer el Banco Central tuvo otra jornada negra, vendiendo unos USD 260 millones en su participación en el Mercado Único y Libre de Cambios. Es la segunda más alta desde que comenzó el 2023. En gran parte esta sangría se explica por la necesidad de YPF de pagar unos USD 286 millones por el vencimiento de una Obligación Negociable.
Por ello, es urgente que el gobierno instrumente algún mecanismo para tratar de captar mayor cantidad de dólares. En esta línea es que se buscaría anunciar cuanto antes el nuevo dólar “agro”. En principio, la noticia debía darse a conocer este miércoles y comenzaría a regir desde la semana próxima pero las diferencias internas y con los sectores involucrados podrían demorar el anuncio hasta después de las Pascuas.
A las empresas que deseen acceder a este dólar especial se les pediría firmar acuerdos obligatorios con la Secretaría de Comercio, y pautar un sendero de precios y un nivel de abastecimiento al mercado interno. Se estaría negociando con los sectores como el de la fruta, el arroz, el tabaco, la yerba, la vitivinicultura, y los taninos. Para acceder a este tipo de cambio diferencial deberán pautar precio y asegurar un 8% de volumen de abastecimiento en el mercado interno. Todo esto se incluiría en el marco del Programa de Incremento Exportador.
Nuevamente, se apunta a tomar medidas que no van a generar ingresos genuinos sino por el contrario, van a adelantar ventas en el segundo trimestre y si no se toman medidas en serio, generen un bache más adelante.
¿Y las importaciones?
Desde Economía, confirmaron que se buscaría unificar los diferentes tipos de cambio que hoy coexisten, en particular el dólar Coldplay, Lujo, Qatar y Tecno. Aún tampoco se sabe el valor que se le asignaría.
En caso de ir por los productos suntuoso, podría tomarse como referencia la Comunicación A 7201 del Banco Central, donde se establece las posiciones arancelarias que ingresan dentro de la lista de productos de lujo o suntuosos. Y la hora de definir el concepto de bien suntuoso es más que recomendable leer con atención la comunicación en cuestión, porque nos vamos a sorprender.
Mientras tanto las importaciones de bienes de consumo cayeron 10% el mes pasado, un 7% por efecto de cantidades y un 3% por precio. Y las importaciones en general cayeron 10,4% en febrero y 4% en lo que va del año de acuerdo con los últimos datos del INDEC. Esto muestra como el sector se encuentra fuertemente controlado y no sirve para solucionar el problema de fondo que es la falta de reservas.
A todo esto, hay que sumarle la decisión de no permitirle a las empresas aplicar el certificado de exclusión para el IVA percepción (20%) y de Ganancias, salvo para aquellas empresas que cuenten con Certificado Mi PyME si estás son micro o pequeñas, categorías son identificadas con la leyenda “Tramo 1” o “Tramo 2”. Claramente, esta fue una decisión recaudatoria cuando se conoció que la recaudación impositiva cayó en marzo en términos reales un 7% con respecto al 2022, aunque en términos nominales se habría incrementado un 88,3%.
El problema con Brasil
A principios del año se anunció un acuerdo de financiamiento con Brasil, a través del Banco do Brasil y el Banco Nación, sobre el Sistema de Pagos en Moneda Local. Los detalles se iban a negociar durante el mes de febrero. Pero no hubo más novedades al respecto.
La relación con nuestro vecino siempre es complicada para las arcas del BCRA y la situación se acentúo en marzo cuando el déficit llego a los USD 393 millones marcando un incremento del 73,8% con relación a 2022. Las importaciones provenientes de Brasil, se estima que crecieron 31,6% interanual, llegando a los USD 1.578 millones en marzo. Mientras que las exportaciones hacia nuestro aliado crecieron un 21,7% interanual en marzo, llegando a los USD 1.184 millones
El problema de los pagos y el financiamiento
Hemos ya mencionado en otras oportunidades que se está complicando cada vez más la situación de las empresas argentinas para obtener financiamiento, y más después de la crisis financiera internacional. Tengamos en cuenta que según datos del INDEC en febrero sólo se pago un 67% de lo importado, lo cual representa una caída del 16% con respecto al 2022. Si el total de lo operado se hubiera cancelado el déficit por cuenta corriente se hubiera ubicado en los USD 3.060 millones.
Cada vez más preocupa la situación, cuando a un importador le aprueban una SIRA con plazos de pagos de 60 -90 días o más. ¿Por qué? Porque nadie tiene garantías de a qué precio podrá cancelar su obligación, o si efectivamente, habrá reservas necesarias para pagar.
El petróleo el nuevo frente de tormenta
El lunes la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), junto con Rusia, anunciaron que reducirán la oferta de crudo en más de un millón de barriles diarios. Arabía Saudita anunció que también recortará su producción en medio millón de barriles diarios.
Mientras que desde comienzos de marzo, los precios del petróleo parecían haber encontrado un equilibrio, esta decisión toma por sorpresa a la economía mundial, y luego de la crisis financiera agrega más incertidumbre.
Claramente esto tendrá un efecto negativo sobre la inflación, y afectará seriamente a todos los países no productores. A la larga, la suba del precio del petróleo se extenderá a todos los productos, a través del incremento en el transporte y la materias primas, golpeando nuevamente a los consumidores.
Un mundo muy adverso
Mientras el mundo se trata de recomponer de la crisis financiera que se inició hace 20 días atrás, y de la cual, aún no se tiene certezas si habrá más repercusiones, la decisión de la OPEP y sus aliados golpea duramente a la economía mundial.
En los últimos meses, la inflación en Estados Unidos y Europa venía mostrando una contracción. Inclusive ante el cimbronazo financiero los Bancos Centrales decidieron mantener su política de tasas altas para priorizar el control inflacionario.
Sin embargo, la noticia sobre el recorte en la producción del petróleo tendrá un impacto en precios estratégicos que se expandirán al resto del mundo. Y para la Argentina que está lejos de todo y donde el precio del transporte juega un papel fundamental, la suba en el transporte no sólo encarecerá todos los bienes que nos llegan sino que además hará menos competitivos nuestros productos. Estar en el fin del mundo tiene un costo.
Si a esto le sumamos un tipo de cambio más alto, más las medidas impositivas que se tomaron la semana pasada, es claro que se encarecerá el abastecimiento y el equipamiento, principalmente de aquello importado, pero se verá un aumento en casi todos los productos porque en la cadena productiva, difícilmente encontremos bienes que no tengan al menos un insumo que no provenga de nuestro país.
Mientras la AFIP se financia a tasa cero – cuando la inflación supera el 100%, y las tasas convalidadas en la última licitación de deuda tienen un costo financiero mensual efectivo del 7% -, los importadores ven como sus créditos fiscales se devalúan al menos un 50% en el caso del IVA. En el caso de Ganancias, la devaluación será aún mayor.
Totas estas medidas se transformarán a la larga en un aumento de los precios que llegarán al consumidor, y por lo tanto, en mayor inflación, ya cuando para marzo, el valor del IPC entre los privados se estima cercano al 7%.
El comercio exterior está en terapia intensiva, cuando debería ser el motor para tratar de sacar la economía argentina adelante, potenciando a la industria y generando empleo genuino.
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