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La inflación no cede y registró un valor mayor que en agosto

El jueves el INDEC dio a conocer la inflación en del mes de septiembre, que contrario a lo que esperaban desde el gobierno registró un valor mayor que al de agosto. ¿Qué rubros fueron los de mayor ajuste de precios? ¿Qué se ve del informe presentado? ¿Y cómo impacta la decisión de subir las tasas?

Lunes 16 de octubre de 2023, Mg. Yanina S. Lojo


La inflación de septiembre fue del 12,7%, de esta manera en lo que va de 2023 el alza de los precios acumula 103,2% y la variación interanual ya se encuentra en el 138,3%. Este es el registro más alto, después de agosto de este año, desde abril de 2021 años, es decir hace más de 21 años.


Fuente: INDEC


Los rubros que más aumentaron


Como siempre hay rubros que se mueven por encima del índice general, algunos por cuestiones estacionales, y otros como consecuencia de la incertidumbre y el impacto de una posible devaluación.



Prendas de vestir y Calzado registró un alza del 15,7%, según explican desde el organismo impulsada por el cambio de temporada. Recreación y cultura se ubicó en el 15,1% donde el ajuste se habría producido por la modificación de los precios del servicio de internet. Restaurante y Hoteles, con un registro del 13,2% habría un doble impacto: por un lado, la suba de los alimentos preparados, por otro lado, un ajuste en las tarifas por cuestiones estacionales.


Entre los registros más bajos se encuentran: Educación 8,1%; Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (8,5%); y Salud (9,5%) y Comunicaciones (9,6%).


El valor más preocupante, y el que probablemente represente mejor la inflación que sienten los argentinos en la calle, es la de Alimentos y Bebidas no alcohólicas con alzas en los precios con relación al mes anterior se ubico en el 14,3%. Realmente, un número más que preocupante. Desde el INDEC indican que los ajustes fueron impulsados por las subas en Carne y Derivados; Pan y Cereales; y Frutas.


Realmente la suba de los precios en alimentos, cuando se ve el detalle – que brinda el organismo para el Gran Buenos Aires -, la carne, los lácteos, el arroz, las frutas y la verdura muestran los aumentos más significativos.


Como siempre mencionamos, la decisión de Economía de encarar el problema con acuerdos y congelamientos de precios, mientras que continúa expandiendo la base monetaria y la velocidad de circulación del dinero cada vez es mayor porque nadie quiere quedarse con un peso en el bolsillo. ¿Por qué? Porque los consumidores se dan cuenta que mantenerse en pesos, implica un riesgo, por la perdida de valor constante que sufre este y se vuelcan al consumo. Al mismo tiempo, la oferta o se retira o decide continuar, pero remarca los productos en un intento de generar algún tipo de cobertura ante el desconocimiento sobre si podrán reponer y a qué precio lo harán.


La inflación núcleo


Cuando analizamos los valores de la inflación núcleo – aquella que nos muestra la inercia de los precios que no están afectados por cuestiones estacionales ni por acuerdos de precios -, vemos que la tendencia no se estaría revirtiendo. Por el contrario, se ubicó por valores por encima del índice general: 13,4%.


Lo más relevante, es que estas mediciones corresponden al mes de septiembre donde el tipo de cambio oficial estuvo congelado y los financieros, así como el libre, tuvieron un movimiento muy calmado – más cuando se lo compara con lo sucedido en los últimos días -, por lo que podemos pensar que difícilmente la tendencia se revierta durante el mes de octubre: con la fuerte devaluación del peso y la incertidumbre que golpea a la economía, los precios responderán fuertemente. Algo que ya hemos visto en el mercado.

Fuente: INDEC


El relevamiento se quedó corto


Si se hubiera publicado el Relevamiento de Expectativa de Mercado (REM) como se hacía hasta hace unos meses unas semanas antes que el INDEC diera a conocer el IPC hubiéramos visto que los analistas privados que participaron habían pronosticado un valor inferior al que realmente se terminó informando. Dado que habían estimado un valor mensual del 11,7%. Al mismo tiempo, para octubre proyectaban un 9,5% y para todo 2023 un 180,7%. Estos valores se recabaron la última semana del mes de septiembre, por lo que no lograron mensurar la escalada del tipo de cambio.



El REM pasa a ser una fotografía desactualizada de la realidad argentina, donde los hechos de los últimos días han tenido un impacto más que considerable en la economía argentina.


La suba de la tasa de interés una medida que se quedó corta


Durante la jornada del jueves se comentaba que el Banco Central podría decidir una posible suba de la tasa de interés que por segundo mes consecutivo iba a quedar por debajo de la inflación. Se sabía que el Directorio estaba dividido, algunos miembros deseaban enviar un mensaje mientras que otros consideraban que el efecto sería nulo a menos que el ajuste fuera significativo.


Finalmente, se decidió elevar la tasa en 13 puntos porcentuales llevando la Tasa Nominal Anual de 118% al 133%. De esta manera, la Tasa Efectiva Anual (TEA) llegó al 254,8%. Esto deja la Tasa Efectiva Mensual (TEM) en 11%, del 9,8% que estaba, lo cual despertó muchas dudas. ¿Por qué? La TEM aún con la suba queda por debajo de la inflación, y no sólo no tentará a los inversores, sino que también que tendrá un efecto negativo sobre los pasivos remunerados (LELIQ y PASES). Además, se limita aún más las posibilidades de que el crédito privado sirva como motor para el crecimiento de las empresas.


Los remedios que hacen más daño que la enfermedad


Todas las medidas tomadas después de la decisión de devaluar el tipo de cambio oficial solo han servido para acelerar la inflación, porque generaron que hubiera más dinero circulando en una economía que ya estaba inundada de pesos. Los acuerdos de precios y congelamientos, sumados al cepo sólo han colaborado para que haya escasez, desabastecimiento y falta de precios de referencia. Hoy en un afán de no quedarse en pesos los consumidores convalidan para cualquier tipo de activo o bien, el valor al que se ofrecen. ¿Por qué? Porque ya nadie sabe cuánto valen las cosas. Porque todos se preguntan que pasará después del 22 de octubre, qué pasará cuando los precios congelados salgan del freezer. ¿Hasta dónde llegarán?


Hasta ahora se han implementado medidas que buscan postergar reformas de fondo que realmente busquen solucionar el problema. La hiperinflación no avisa, llega de un día para el otro y destruye a su paso no sólo la confianza en la moneda – que hoy probablemente ya no exista -, sino empresas, fuentes de trabajo y deja fuera del sistema a muchos ciudadanos que jamás pueden volver a entrar. El tiempo se termina, no sólo por cuestiones políticas sino porque la olla de presión sobre la que esta sentada la Argentina ya no resiste más.

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