El 13 de diciembre se conocerá el número de la inflación del mes de noviembre, el último dato de la administración saliente. La excesiva maraña de normativa cambiaria y aduanera impacta no sólo en los productos disponibles sino también los precios. ¿Por qué dar una solución al problema de las importaciones va a impactar en la inflación?
Lunes 4 de diciembre de 2023, Mg. Yanina S. Lojo
Después de la sorpresa del IPC del mes de octubre, en noviembre se descuenta que la inflación volverá a subir. Incluso que se verá un número por encima de los dos dígitos. Los ajustes de precio que se vieron el mes pasado golpearon fuertemente el bolsillo de los argentinos y no hay dudas de que diciembre seguirá con esa tendencia. Pero ¿cómo se relaciona esto con los problemas para importar?
Los números que anuncian una vuelta a los dos dígitos
Tras que el dato del mes de octubre mostrará una leve desaceleración, se espera que en noviembre el IPC vuelva a los dos dígitos. Obviamente, los cálculos de las consultoras muestran una importante dispersión.
Por ejemplo, según C&T Asesores Económicos en el Gran Buenos Aires la inflación se ubicaría entorno al 11,5%. En esa misma línea, Aurum Valores confirma que el IPC nacional podría estar en ese mismo nivel. La Fundación Libertad y Progreso estima para noviembre un 12,6%. Las estimaciones de la consultora EcoGo se ubican en el 13,4%.
Cuando revisamos los datos que se consignaron en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM). Vemos que, si bien la mayoría de los consultados coincidía en que en octubre se iba a evidenciar una desaceleración, para noviembre ya se esperaba una nueva alza. ¿De cuánto? Entre el 11,5% y el 11,9%.
Estas previsiones corresponden a datos relevados a finales de octubre. Obviamente, que los sucesos del mes de noviembre han tenido un impacto en las expectativas y la realidad ha probablemente superado lo previsto.
¿Cuáles son los rubros que mostrarían mayores aumentos?
Las alzas fueron generalizadas, más allá de los productos que se encontraban bajo algún tipo de acuerdo de precios. Pero dentro de las diferentes categorías que se miden, por ejemplo, en el caso de salud, el alza en los medicamentos podría tener impacto más que significativo. Ya que, en algunos casos, los ajustes se acercaron al 20%. Mientras que, en Alimentos, los incrementos en los precios de la carne van a golpear fuertemente el índice que guarda una relación estrecha con la evolución de estos. También hubo fuertes aumentos en turismos, electrónica, mantenimiento y equipamiento del hogar, productos de limpieza, como también impactaron los ajustes en el servicio de agua domiciliaria.
Pero ¿Por qué como consumidor me tiene que preocupar los problemas para importar?
Muchas veces los consumidores no saben cómo repercuten los problemas para importar no solo en la cantidad de productos disponibles sino también en los precios que están teniendo que pagar.
Muchas personas no saben que quizás esos faltantes que observan en las góndolas y que corresponden a productos nacionales, se deben a los problemas que aquejan al sector importador. Y no tiene que ver sólo con la falta de insumos o bienes de capital, sino a veces con componentes que se utilizan en el envasado o etiquetado.
Alguna vez nos preguntamos ¿cuántos de los productos que fuimos a buscar a la góndola no están porque no hay etiquetas? O ¿por qué si siempre compramos el mismo producto y venía envasado en vidrio, ahora vienen en una botella de plástico? Las limitaciones a las importaciones llegan a un punto tal en donde el desabastecimiento a veces no es solo por un problema en el proceso productivo sino en la cadena de valor del producto.
Al mismo tiempo, por los problemas de pagos muchos importadores hoy se encuentran con una realidad: sus proveedores internacionales no quieren continuar entregando mercadería. Entonces, cómo no saben cuándo van a poder reponer – dado que aún no se ha explicado como se desarticulará esta compleja situación -, deciden dejar de entregar o sobrevaluar sus productos.
Claramente, las trabas a las importaciones están afectando a la producción local y a los consumidores que hoy pagan un sobre precio sobre los bienes y servicios que consumen por la maraña de normativa aduanera y cambiaria. Y ahí nos encontramos con el segundo punto: no poder pagar impacta directamente en el costo.
¿Cómo se elabora una política de adecuada de costos si no se sabe a qué precio se va a pagar? En muchos casos los productores locales, a fin de no parar la actividad, deben continuar abasteciéndose sin un precio. ¿Cómo? Si, compran insumos y materia prima sin conocer el precio al que finalmente lo pagaran, dado que el importador no sabe cuándo podrá pagarlo y a qué valor accederá al mercado. Entonces: ¿cómo definir un costo o un precio? El nivel de distorsión que se introduce es altísimo.
El futuro, un escenario complejo
El jueves 7 de diciembre, a las 12 hs, la Ciudad de Buenos Aires dará a conocer el IPCABA y nos marcará una tendencia. Algunas consultoras ya empiezan a arriesgar valores para el mes de diciembre por encima del 15%. Sin embargo, mucho de lo que suceda en materia de precios dependerá de cómo se encamine la economía desde el 11 de diciembre.
Obviamente, las definiciones en materia de comercio exterior van a tener un impacto en los precios, y en la inflación que se viene. ¿Qué se decide con respecto a las SIRA y las SIRASE? ¿Cómo se dará solución a los problemas de las deudas que se han acumulado? ¿Habrá devaluación con unificación? ¿O habrá desdoblamiento? ¿El tipo de cambio para pagar las importaciones históricas será el nuevo con Impuestos País o sin impuesto país? ¿En qué plazos? A medida que vayamos teniendo respuesta a estas preguntas conoceremos cómo responderán los precios, la producción y el abastecimiento interno.
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