El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina publicó sus estimaciones para enero de 2024, y el dato encendió las alarmas como viene haciéndolo ya hace un tiempo. La pobreza llegó al 57,4%, el valor más alto en 20 años.
Lunes 19 de febrero de 2024, Mg. Yanina S. Lojo
La semana pasada el Observatorio que conduce la UCA publicó sus datos sobre la pobreza y la indigencia en nuestro país a enero de 2024. La pobreza pegó un salto del 49,5% al 57,4%, llegando al valor más alto de los últimos 20 años. Según indicó su director, se tratan de estimaciones – ejercicios basados en escenarios económicos -, dado que aún no hay datos oficiales. Muchas veces este dato termina ubicándose uno o tres puntos por encima del dato del INDEC, como siempre por diferencia de criterios a la hora de realizar los cálculos.
Obviamente, el disparador según señala el organismo es el salto en los precios y la devaluación, pero el análisis va mucho más profundo.
La pobreza y la indigencia suben
En diciembre la pobreza se ubicaba en el 49,5%, mientras que en enero salto al 57,4%. En el informe presentado por la UCA, el incrementó en los valores de las canastas básica alimentaria y la total y los ajustes que se llevaron adelante durante el mes de diciembre licuo las subas en jubilaciones, pensiones e ingresos laborales.
El otro dato alarmante, es el de la indigencia que según el estudio, pasó del 9,6% en el tercer trimestre de 2023 al 14,2% en diciembre al 15% en enero de este año.
En el caso de la pobreza, la población en esa situación que según estimó el Observatorio ya llega a 27 millones de argentinos tuvo dos procesos de incremento. En primer lugar, pasó del 44,7% en el tercer trimestre de 2023 al 49,5% en diciembre de ese año y, finalmente, al 57,4% en enero de 2024.
¿Qué sectores fueron los más afectado?
Según el informe, los sectores más afectados en el inicio fueron los hogares de clase media y baja. Mientras que aquellos que reciben ayuda estatal, la pobreza aumentó del 76,5% en el tercer trimestre de 2023 a un 81,9% en diciembre de 2023 y un 85,5% en enero de 2024. Esto muestra que los planes sociales no han logrado evitar el deterioro de la situación de la sociedad.
En aquellos hogares alcanzados por la indigencia, la suba de las transferencias en políticas sociales sí tuvo un efecto positivo para morigerar el impacto. Para los hogares que están alcanzados por beneficios sociales, aunque la indigencia aumentó del 19,7% al 28,8% en diciembre de 2023, se redujo al 23,8% en enero.
¿Y qué paso con los ingresos?
Para determinar la pobreza y la indigencia, fue necesario que el Observatorio hiciera estimaciones sobre los ingresos para ellos fue necesario que se tuvieran en cuenta “las variaciones reales en los salarios y las modificaciones en los programas de ingresos y transferencias monetarias”.
Asimismo, en el caso de las canastas de consumo (CBA y CBT) “se actualizaron en función de la variación de los valores correspondientes al incremento de estas según estimaciones del INDEC”.
Por lo cual, para enero, la canasta de pobreza en el AMBA se estimó que para una persona adulta fue de $193.146 y para una familia tipo de $ 596.823, sin considerar el alquiler.
¿Qué se espera para los próximos meses?
Desde el Observatorio de la UCA adelantaron que el dato podría empeorar para febrero y marzo, pero también indicaron que hay “una expectativa de que tienda a mejorar en dos o tres meses”. Según indican desde el organismo es probable que el dato de febrero muestre un valor aún superior debido a varios motivos, por ejemplo, los haberes de jubilaciones y pensiones se mantuvieron sin cambios, no se actualizó el salario mínimo ni de la prestación por desempleo, la mayoría de los gremios no lograron acuerdo para aumentos salariales y hubo un fuerte descenso de los de actividad.
El último dato oficial del INDEC, correspondiente al primer semestre de 2023, arrojó un 40,1% de pobreza. Recién el 27 de marzo se conocerá el dato final para el año pasado.
En línea con lo anterior el presidente Milei adelantó que “El momento más duro será marzo y abril” Algo que pareciera condecirse con lo que la mayoría de los analistas económicos prevén. La inflación probablemente sufra un rebote con los aumentos de precios y tarifas en marzo – salvo que la recesión sea aún más brusca de lo que se esperaba -, y obviamente esto afectará la situación de los argentinos.
Los indicadores son preocupantes, y nadie los niega, ni siquiera desde el gobierno. Claramente, el salto devaluatorio de diciembre profundizó una situación que ya venía deteriorándose. La pobreza y la indigencia en nuestro país han ido creciendo durante todo 2023, y la inflación es la gran responsable. Los estímulos artificiales que se dieron principalmente durante la segunda mitad del 2023 sostuvieron la demanda, pero no solucionaron la situación de fondo, la escondieron bajo la alfombra.
La olla a presión con la que convivimos durante el 2023, y que se destapo a finales del año, produjo que los precios pegaran un salto que no fue compensando por el ajuste de los ingresos. La Argentina no ha podido en estos 20 años asegurar que se generé riqueza para sus habitantes, por el contrario.
Habrá quienes prefieran responsabilizar de este número a la Administración anterior, quienes responsabilicen a la nueva Administración por las decisiones que tomó para corregir el rumbo. Pero más allá de eso, no hay que olvidar que detrás de los números hay personas. Miles, cientos de miles de argentinos que se caen del sistema y que nunca más volverán a incorporarse. La deuda que tenemos es enorme.
Si las decisiones tomadas realmente solucionan el problema de la inflación, y se sostienen en el tiempo, es probable que la situación mejore. Pero en el mientras tanto la realidad de muchos será muy dura. Hoy más que nunca necesitamos ayudarnos los unos a los otros. El barco se llama Argentina, tiene 47 millones de pasajeros, y todos tenemos que llegar a buen puerto.
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