El viernes pasado el Banco Central presentó su informe mensual donde releva las expectativas del mercado sobre las principales variables macroeconómicas. De este surge, que la inflación para 2023 se ubicaría en el 149%. Pero ¿Qué más se deprende?
Martes 13 de junio de 2023, Mg. Yanina S. Lojo
Como todos los meses, a finales de la semana pasada se conoció el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que lleva adelante nuestra autoridad monetaria. El objetivo: conocer qué es lo que piensan los 38 principales analistas privados con respecto a la inflación, la tasa de interés, la actividad económica y otras variables macro. ¿Qué relevó este mes?
La inflación esperada
En primer lugar, se analiza la inflación mensual. En este caso, y como en otras oportunidades, los consultados corrigieron sus expectativas al alza con relación a la edición anterior. En promedio, esperan que el IPC se ubique en mayo en el 9%, siendo este el mayor valor esperado hasta noviembre. De junio hasta casi el final de 2023, en el valor de la inflación rondaría entorno al 8%. Con respecto a las expectativas relevadas en la edición anterior y estas, se observa una importante corrección, en particular para mayo, donde se muestra una suba de 1,6 pp. Aunque el gráfico no lo muestra, del informe se desprende que implícitamente en diciembre se esperaría una inflación del 10,1%.
El otro dato que se desprende del análisis es el nivel general esperado para el 2023. Mientras que el presupuesto estimaba una inflación del 60%, los privados hoy esperan que hoy el valor se encuentre en el 148,9%. Para 2024, bajaría levemente al 105,7%. Aunque, en mi opinión, es muy pronto para decir qué pasará con la inflación del próximo ciclo. En particular, porque queda mucho camino por recorrer durante este año y hay aún que definir qué fuerza gobernará y qué plan económico aplicará. La inflación es un fenómeno especial que de un día para otro se descontrola rápidamente.
Es importante señalar que, con respecto a los datos relevados en la anterior consulta, hubo una corrección, la mediana pronosticada fue corregida en 20,9 pp.
La inflación núcleo
Este valor es realmente muy importante porque nos permite monitorea la evolución de los precios que no se ven afectados por cuestiones estacionales, no están regulados y que no van a modificar la inercia con la que se mueven en el corto plazo.
Nuevamente, hubo una corrección al alza, en promedio muestran un valor de julio a noviembre 7,9% mensual, y para diciembre un valor que rondaría el 9,6%.
Con relación a las estimaciones anteriores, hubo una corrección de la inflación esperada a diciembre de 21,5 pp. Entre los que mejor pronosticaron en el corto plazo, la inflación núcleo se ubicaría en el 147,5%. En lo que respecta al próximo año, se espera que la misma se ubique en el 106,4% y en el 54,8% para 2025. Como mencionamos anteriormente, es muy pronto para hacer estimaciones a tan largo plazo ante la cantidad de incertidumbres que pueden terminar afectando a las variables.
¿Qué se espera que suceda con la tasa de interés?
Obviamente, la consulta apunta a la tasa de referencia, es decir, la Tasa Nominal Anual para depósitos a plazo fijo (30 a 35 días) en entidades financieras privadas, de más de un millón de pesos. Tengamos en cuenta que la tasa proyectada es la BADLAR. En este caso, se espera que la misma se ubique en junio en el 93,20% cuando en mayo se encontraba en el 90,05%. Siempre tras una corrección al alza, los analistas creen que la tasa al final de 2023 podría estar en el 97%. Sin embargo, entre los que han hecho los mejores pronósticos este valor podría llegar hasta el 105,53%.
¿Qué va a pasar con el tipo de cambio?
En este caso, hablamos del tipo de cambio nominal mayorista. Para el cual, se prevé un incremento mensual de $16,92 por dólar, de manera tal que, a junio el valor se ubicaría en los $248,11.
Mirando el horizonte y pensando en diciembre, la variación llega al 136,4% con una relación de $408,68 por dólar. Pero ¿y a diciembre de 2024? El panorama no es alentador: $917,54 por dólar para finales del próximo año. Obviamente, llegar a este valor o que sea otro dependerá mucho del programa económico que lleve adelante el próximo gobierno.
La actividad y la desocupación
Dos variables más que significativas para la sociedad son la actividad y la desocupación. En lo que respecta a la primera, se tiene en cuenta la evolución del PBI. En este caso se proyectan una variación real del Producto Interno Bruto (PIB) para 2023 de -3,0% interanual. Para el año 2024 se espera una variación anual de -0,3%, mientras que para 2025, se proyecta un crecimiento de 2,7% del PIB real.
Con respecto a la desocupación abierta se espera una tasa de 7,5% para el cuarto trimestre de 2023. Este valor se mantiene constante con la previsión anteriormente realizada. Mientras que para el cuarto trimestre de 2024 se espera una tasa de 7,8%.
¿Y el comercio exterior?
El informe presentado por la autoridad monetaria considera el futuro de las exportaciones y de las importaciones. ¿Y qué ven los analistas privados al respecto? Con respecto a las ventas al exterior (a valores FOB), se cree que en mayo habrían ascendido a los USD 6.573 millones, esto sería unos USD 30 millones menos que lo que se había estimado en abril. En cuanto a las operaciones para todo el año sería de USD 71.053 millones, nuevamente USD 903 millones menos de lo estimado el mes anterior. Mientras que para 2024 se estima unos USD 83.026 millones.
Es significativo señalar que desde agosto de 2022 que se había proyectado exportaciones USD 88.719, la corrección a la baja ha sido de unos USD 17.666 millones.
En lo que respecta a las importaciones, siempre a valores CIF en mayo se habrían ubicado en los USD 6.222 millones. Para 2023 se esperan unos USD 70.400 millones, este valor representa unos USD 129 millones menos que lo previsto el mes pasado.
Las correcciones a la baja de las previsiones realizadas representan un ajuste de unos USD 10.600 millones, cuando en septiembre de 2022 se habían estimado unos USD 81.000 millones. Para 2024 las previsiones actuales, ubican a las importaciones en un valor de USD 74.000 millones.
En conclusión
En general, la mayoría de la información recabada por el Banco Central demuestra que las previsiones de los privados con respecto a lo que resta del año plantean un escenario difícil y complejo. Al mismo tiempo, muchas de estas variables podrían tomar una dirección opuesto o pronunciarse dependiendo decisiones que pueden tomarse desde la política económica. Por ejemplo, no será lo mismo si la inflación de mayo finalmente termina dando un número más cercano a 8% que a 9%, porque las expectativas sobre lo que vendrá pueden responder acelerando el proceso. También habrá que ver el impacto del resultado de las PASO en el tipo de cambio y demás variables económicas. Hoy aún no se conocen los candidatos definitivos. ¿Las listas definitivas tendrán un impacto en el mercado o este ya descontó determinadas situaciones? Si el FMI decide hacer los desembolsos, ¿Qué condiciones pueden establecerse para lo que resta de 2023? ¿Qué puede pasar si los fondos no llegan o si llegan menos? ¿Cómo impactarán en las importaciones?
Si bien este tipo de informes nos permiten tener una fotografía de la economía y de las proyecciones de ésta en un momento determinado, lejos está de ser algo determinante. Son una referencia, pero no una predicción exacta del futuro que nos depara: que puede ser mejor, igual o peor. El tiempo lo dirá.
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