Esta semana los dólares financieros retomaron su senda alcista y esto motivó que el ministerio de Economía decidiera tomar medidas para intervenir el mercado y tratar de contener la brecha. ¿Alcanzará?
Viernes 24 de marzo de 2023, Mg. Yanina S. Lojo
En los últimos días, en particular los dólares financieros retomaron la senda alcista motivados por varios factores. Es por ello que a mitad de semana desde Economía decidieron anunciar el canje de deuda en dólares desde el sector público para dar volumen al mercado financiero, y de esa manera, tratar de intervenir para contener la brecha. ¿Será suficiente?
Lo que está pasando
La semana arrancó muy movida en materia financiera internacional, y la situación de nuestra economía local, alimento que la mayoría de las cotizaciones de nuestro país empezaron a subir.
Muchos Fondos de Inversión ante la inestabilidad comenzaron a desarmar posiciones y los inversores empezaron un proceso de dolarización de la cartera, tomando una posición más conservadora en un contexto donde lo que está pesando es la caída de la confianza.
La suba de las tasas de interés locales, luego de que se conociera el IPC de febrero, generaron un combo que se trasladó directamente al mercado del dólar. Y nunca hay que dejar de considerar el cepo a las importaciones. ¿Por qué? Porque muchos grandes operadores ante las dificultades terminan volcándose al mercado financiero.
Fuente: Elaboración propia con datos de rava.com
El dólar libre
Mientras que en enero la evolución de la divisa libre había sido de un 8,96%, en febrero había mostrado una contracción del 1,57%. De esta manera, cuando el 31 de enero valía unos $381, el 28 de febrero cerraba en unos $375.
Sin embargo, arrancó marzo y las malas perspectivas con relación a la inflación empezaron a pesar. La crisis financiera no ayudó y el jueves, cotizaba al cierre a un valor de $389 luego de haber llegado a los $394 el día anterior. De esta manera, en lo que va de marzo mostró una variación positiva del 3,73% y en los últimos 30 días 2,64%.
El dólar bolsa (MEP)
El MEP durante enero había mostrado una evolución por debajo del dólar libre, pero cercana, en el orden del 7,86%. Y en febrero cerró con un valor del $357,48 de esa manera, su evolución fue de un 1,40%.
Al comenzar marzo, empezó a tomar una posición alcista y su margen, por encima del dólar libre, permitía inferir que le daría lugar a este último para continuar subiendo. Y los ruidos empezaron a acentuarse en el mercado y en el ministerio de Hacienda.
El dólar oficial
Conocido el número de inflación del mes de febrero, el Banco Central se quedaba sin margen para desacelerar la devaluación del peso. En un intento de querer revalorizar nuestra moneda, la autoridad monetaria había decidió bajar la tasa de crawling peg para acompañar un proceso de desaceleración de la inflación. Pero los números del primer bimestre de 2023 encendieron todas las alarmas y pusieron al BCRA contra las cuerdas. Ya el FMI le había advertido la necesidad de continuar el proceso de ajuste del tipo de cambio oficial y descartar los desdoblamientos sectoriales.
Cuando se conoció el número del IPC de febrero, el organismo que conduce Pesce no tuvo más opción que subir las tasas de interés y pisar el acelerador en la devaluación del tipo de cambio oficial que pasó de valor a principios de marzo $197,57 a $205,78 en valores mayoristas. Mientras que el dólar billete paso de $204 a $212,50 en la punta vendedora.
El Contado con liquidación
La cotización del CCL encendió las alarmas está semana cuando cruzó la barrera de los $400 y parecía que había decidido retomar el camino que en enero había comenzado. Recordemos que en el primer mes del año el tipo de cambio había presentado un incremento del 6,67%. Mientras que durante febrero había solo ajustado un 0,40%.
En marzo comenzó a recorrer el camino alcista y luego de que se empezaran a conocer los malos números fiscales, la inflación y la crisis internacional, despegó: en menos de una semana registro un salto significativo pasando de $391,47 a $403,57. Desde el 1º de marzo, muestra una suba del 6,49% y en los últimos 30 días del 6,31%.
A medida que iban avanzando los días, la preocupación por la brecha cambiaria se incrementaba. Y teniendo en cuenta que en general en 48 a 72 hs el movimiento se replica en el mercado libre que ya estaba por encima de los $390, las alarmas no dejaban de sonar. Es por lo que, el gobierno decidió anunciar el canje de deuda en dólares de los organismos del sector público.
Cuando se analiza el tipo y el perfil de vencimientos de los instrumentos que ingresarían al canje de deuda que anunció economía lo que se está apuntando principalmente es a ampliar la oferta dentro del mercado financiero y de esa manera, tener un mayor control sobre el valor de los dólares financieros. En otras palabras, tratar de mantener la brecha controlada pensando no sólo en las presiones devaluatorias sino también en las inflacionarias. En la última jornada de esta semana pareciera que el mercado habría reaccionado, pero es difícil de imaginar que las medidas sirvan en el mediano o largo plazo. Quizás traigan paz por un corto tiempo, pero como no se solucionan los problemas de fondo, la crisis tarde o temprano volverá a surgir.
El futuro
Después de haber tocado casi el límite en volumen, el dólar futuro había comenzado a bajar el nivel de operaciones. La implementación del dólar soja en septiembre y en diciembre, había reducido las expectativas de un ajuste del tipo de cambio abrupto.
Sin embargo, estas últimas semanas la tendencia se revirtió y los inversores empezaron a buscar refugio ante el creciente número de variables que se vuelven cada vez más inciertas.
Los contratos negociados, por ejemplo, en el MATBA-ROFEX, la plaza en la que se comercializa la mayor parte de los acuerdos de futuros del dólar en Argentina, muestran un tipo de cambio a $405,05 a diciembre mientras que en abril lo cotizan en $224,95. En otras palabras, el mercado descuenta una devaluación en torno al 80%.
El ajuste, ¿Cuándo será?
Si pudiéramos responder esa pregunta, es porque nos subimos al DeLorean y volvimos del futuro. La realidad es que hay tanta cantidad de variables y factores en juego que la situación puede mantenerse como hasta ahora. En ese caso, si siguiéramos el razonamiento del dólar futuro, el ajuste llegaría recién a fin de año, o principios del 2024. Sin embargo, un hecho completamente imprevisto podría generar un evento que nos lleve a que los tiempos se acorten.
La sangría de reservas del Banco Central es algo más que preocupante: ayer el BCRA cerró la semana con otra importante venta de dólares de sus reservas por un valor de USD 88 millones y el rojo del mes se ubicaría en los USD 1.470 millones. Esto permite estimar que las reservas brutas habrían perforado el piso de los USD 38.000 millones. Con las perspectivas de las pérdidas por la sequía que estimó la Bolsa de Comercio de Rosario, la tensión se incrementa. No hay que olvidarse que fin de mes está a la vuelta de la esquina y que el anuncio de la modificación de las metas de acumulación de reservas trimestrales por parte del Directorio del FMI no llega.
Ayer se conoció además que el BCRA emitió pesos y realizó un giro al Tesoro por unos $130.000 millones ocupando gran parte del límite de asistencia monetaria directa ($139.300 millones) para el primer trimestre que estableció el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el acuerdo con el gobierno. Una muy mala señal para el mercado, porque muestra que los números del déficit fiscal de enero y febrero dejaron muy mal parado al Estado y que probablemente en marzo, la situación no mejore.
La realidad es que el momento ideal para ajustar el tipo de cambio y darle aire a la economía, sin que tuviera un impacto negativo en las perspectivas políticas – algo que en un año electoral tiene mucho peso -, fue cuando asumió el ministro o inclusive después del buen resultado que tuvo la implementación del dólar soja de septiembre. Hoy esa decisión tendría un costo altísimo para toda la sociedad, porque las variables macroeconómicas probablemente necesiten un salto mayor que hace seis meses atrás. La política de evitar tomar decisiones de fondo se está quedando sin hilo en el carretel, y en el medio, millones de argentinos todos los días se vuelven más pobres y sufren las consecuencias de las numerosas distorsiones que esta situación genera en la economía. Es hora de ponerse los pantalones cortos y salir a la cancha a jugar, pero en serio el partido de la economía argentina.
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