A fines de la semana pasada el Banco Central publicó una serie de Comunicaciones que más allá de los cambios ya discutidos dejó unas cuantas perlitas que tienen un impacto real.
25.07.2022 Mg. Yanina S. Lojo
El jueves el BCRA publicó las Comunicaciones A 7550, 7551, 7552 y 7553. Tras el análisis detallado de las mismas, se fueron conociendo distintas disposiciones que tendrán impacto en el mercado cambiario.
Una de las primeras novedades fue que se incluyó dentro de la prohibición de 90 días antes y 90 días posteriores a querer ingresar al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) no se haber entregado ni entregar en moneda local ni otros activos locales a cualquier persona física o jurídica , residente o no, vinculada o no, recibiendo de manera directa o indirecta por sí misma o a través de una entidad vinculada , controlada o controlante criptoactivos. En otras palabras, aquellas personas que hayan adquirido los denominados "cripto dólares" no podrán ingresar al MULC por 90 días. Esta restricción fue rápidamente viralizada debido al impacto que tiene en la compra del dólar ahorro. La realidad, es que ya queda poca gente que pueda acceder a éste.
Otra de las perlitas que dejó la Comunicación 7553 es que se modifica el límite anual por el cual se pueden emitir certificaciones de ingreso de nuevo endeudamiento financiero con el exterior de USD 10 millones a USD 20 millones.
Mediante la Comunicación A 7550 se adecúan las normas de Políticas de Crédito, donde se indica que las entidades financieras podrán aplicar líneas financieras del exterior a operaciones de financiamiento de comercio exterior en moneda extranjera. También se admitirá financiamiento local con líneas de crédito del exterior.
En el caso de servicios, es mejor dejar el análisis para un artículo aparte. Ya que las normas hacen una serie de consideraciones particulares que aquellos que operan en ese sector no deberían dejar pasar.
En relación con los CEDEARs, como se mencionó en el artículo del viernes pasado, Nuevas Flexibilizaciones, se introdujo el límite de USD 100.000 para poseer estos títulos en cartera a fin de acceder al MULC. Esto obliga a las empresas no solo a desarmar posiciones para cumplir con la normativa sino también monitorear el valor de los títulos en tiempo real. Si el valor de estos subiera es probable que las empresas deban desprenderse de los mismos a fin de seguir cumpliendo la normativa. También puso el límite de 90 días anteriores y posteriores para operar en el MULC, esto complica a las empresas que colocan Obligaciones Negociables en el exterior. Aquellas empresas que cotizan en el exterior y buscaban financiamiento, saben que ahora sus obligaciones negociables se han vuelto menos atractivas en tanto limitan a los operadores para obtener el dólar a precio oficial.
¿Estas medidas pueden frenar la suba del dólar?
No, probablemente se observe por unos días una especie de calma o incluso una leve caída del valor - como sucedió el viernes - mientras las empresas que poseen posiciones que superen el valor límite desarman posiciones. Pero la realidad es que ante la falta de anuncios, de confianza y la volatilidad del mercado, los inversores continuarán dolarizando su cartera.
Con un país que posee un riesgo país a niveles de default, mantener posiciones en pesos es una decisión que un jefe de finanzas de una PyME no podría justificar nunca. Al contrario, los responsables de finanzas de todas las empresas argentinas están tomando posiciones de resguardo donde lo que buscan no es ganar dinero sino proteger el capital. Lo que muchos miembros del oficialismo llaman especular o presionar para una devaluación, para el analista financiero es protección de valor. Es un mito que un gerente de finanzas de una pequeña empresa del conurbano bonaerense compra dólares para tratar de forzar una devaluación. Ese gerente está tratando de proteger el patrimonio porque hoy no sabe a qué precio deberá reponer stock sea de insumos o bienes terminados ya sea en el mercado local o externo, entonces, debe garantizar que mientras continua operando no se está fundiendo por descapitalizarse. Es eso, o dejar de vender hasta tanto la situación se haya aclarado.
Toda está situación mejoraría si en lugar de anunciar los anuncios que nunca llegan, finalmente se presentara un plan económico y se transmitiera tranquilidad. Lo único que hoy queda claro es que el Gobierno decidió no tomar decisiones, y tendrá que hacerse cargo de las consecuencias que eso trae aparejado.
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