El martes el INDEC dio a conocer los números del intercambio comercial. Con el alto nivel de intervención que poseen las importaciones, apenas si se logró alcanzar el superávit comercial. Sin embargo, el primer bimestre muestra un déficit comercial, sino que además las exportaciones cayeron casi un 20%.
Jueves 23 de marzo de 2023, Mg. Yanina S. Lojo
Como todos los meses el INDEC presentó este último martes los números oficiales del intercambio comercial. Y algunos datos realmente sorprendieron. El intercambio comercial disminuyó 15,0% en relación con igual mes del año anterior, y alcanzó un monto de 10.278 millones de dólares. La balanza comercial registró un superávit de 182 millones de dólares.
Fuente: INDEC
Las exportaciones siguen cayendo
Fuente: INDEC
Después de que se conocieran las duras proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario con respecto a la cosecha y el impacto de la sequía, con pérdidas de hasta casi unos USD 20 mil millones, el segundo mes del año muestra una contracción significativa de las operaciones.
Si bien el volumen exportado se ubico en los USD 5.230 millones la variación interanual muestra una caída del 18,9%. Mientras que cuando se lo compara con el mes anterior hay un crecimiento del 7,4% si se analiza las operaciones desestacionalizadas. Sin embargo, la tendencia muestra que la contracción se va a mantener. Se observa una baja del 16,3% en las cantidades y del 3,5% en precios.
Hay una reducción en todos los rubros, aunque la principal caída se observa en productos primarios, donde las exportaciones estuvieron en los USD 1.216 millones mostrando una reducción del 33,6%. En segundo lugar, nos encontramos con las manufacturas de origen agropecuario que cayeron un 16,4% ubicándose en los USD 1.817 millones. Le siguen de cerca las manufacturas de origen industrial en los USD 1.481 millones con una reducción del 14,4%.
En el caso de las exportaciones se observa una disminución por USD 1.222 millones debido principalmente a menores ventas de trigo y morcajo, excluidos trigo duro y para siembra; harina y pellets de la extracción del aceite de soja; biodiésel y sus mezclas; y aceites crudos de petróleo. Mientras que aumentaron las ventas al exterior de aceite de soja en bruto, incluso desgomado; y vehículos automóviles para transporte de mercancías.
Las importaciones controladas
A principios del 2023, muchos analistas privados proyectaban que las importaciones deberían rondar los USD 5.500 o por debajo, para compensar el efecto de la caída de los ingresos. Y como vemos la evolución durante el mes de febrero mantiene la tendencia.
Fuente: INDEC
La caída Las importaciones se ubica en torno al 10,4% respecto a febrero de 2022, lo que representa unos USD 586 millones, debido a una caída de 11,6% en las cantidades, ya que los precios se incrementaron 1,1%. Cuando se desestacionalizan las operaciones la caída se ubica en el 0,3% mientras que la tendencia muestra una contracción del 1% en términos interanuales.
Los rubros con mayores caídas son: combustibles y lubricantes (29,6%) ubicándose en unos USD 634 millones, resto de las importaciones (28,3%) con solo unos USD 33 millones, bienes de capital (21%) en unos USD 721 millones, bienes de consumo (9,7%) con importaciones por unos USD 580 millones y bienes intermedios (4,7%) USD 1.864 millones. A la vez, hubo algunos rubros que registraron un incremento con respecto al mismo mes del año anterior y fueron: vehículos automotores de pasajeros (8,3%) con importaciones de unos USD 143 millones y piezas y accesorios para bienes de capital (2,8%) por unos USD 1.073 millones.
En el caso del rubro resto de los bienes, lo que se está empezando a notar un impacto sustancial en la caída de las operaciones a través de servicios postales (couriers). Algo que viene dándose como consecuencia de la negativa de los bancos a realizar pagos no solo anticipados sino también diferidos.
Los resultados bimestrales
Fuente: INDEC
Cuando se analiza los valores bimestrales se observa que es uno de los peores resultados desde 2018, cuando el resultado de la balanza comercial se ubico en unos USD 1.825 millones.
Según explica el INDEC, si los precios hubieran sido los mismos que en febrero de 2022, el saldo comercial habría arrojado un superávit de USD 426 millones. Por ello, ante el la suba del Índice de precios de las importaciones (1,1%) y el descenso del Índice de precios de las exportaciones (-3,5%), se podría explicar en parte la pérdida en los términos del intercambio de 246 millones de dólares.
Inflación de los productos importados
Según los números presentados por el INDEC la inflación de los productos importados registró una suba de 9,2%, según se informó oficialmente en la planilla del Índice de Precios Mayoristas.
La devaluación del dólar mayorista en febrero estuvo en el orden del 5,67% lo cual termina de desarmar el argumento de la Secretaría de Comercio que el control sobre las importaciones ayuda a regular la evolución de la inflación y evita una devaluación. De ser así, los precios de los productos importados deberían tener una evolución similar – podría estar un punto arriba pero no cuatro -, de la devaluación o incluso de la inflación. Sin embargo, está distorsión muestra la gran desconfianza que hay en el mercado con respecto al futuro cambiario del país, los grandes costos que enfrentan las empresas al tener que financiar sus pagos por plazos irrisorios para la operatoria del comercio exterior y la dificultad a la hora de armar una política de precios acorde.
Si pensamos que una PyME obtiene una plazo de pago promedio de 60 días de la nacionalización, es lógico que aplica al menos un 9% de aumento sobre sus productos – y en algunos casos quizás debería ser más -, lo cual es grave para el consumidor que hoy paga un precio de futuro. Pero ese es el problema cuando el Estado interviene por demás en la economía, genera distorsiones donde no debería haberlas y perjudica a quien se supone que trata de preservar: al consumidor.
Mientras que se explica que el cepo a las importaciones evita que se pierda poder adquisitivo por la devaluación del peso que se requeriría, los argentinos cada vez pueden comprar menos ya sea porque el precio sube o porque no hay productos. Y no sólo los importados, esto afecta también a la industria nacional.
Lo que los números no visibilizan son las miles de PyMES de nuestro país importadoras y exportadoras que ven cada vez más complicada su realidad.
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