Esta semana el Banco Central había anunciado una nueva suba de tasas de interés para intentar llevar calma al mercado. Sin embargo, ayer por la noche se conoció la decisión de la autoridad monetaria de dar marcha atrás. Marcha y contramarcha ante un dólar inestable.
Viernes 27 de enero de 2023, Mg. Yanina S. Lojo
Como comentamos en el artículo de esta semana ¿Qué está pasando con el dólar?, a la batería de medidas que se habían implementado la semana pasada para tratar de contener la suba de los dólares – principalmente los financieros –, se sumó el incremento en las tasas de pases del BCRA anunciada esta semana. Ayer por LA noche la autoridad monetaria revirtió su decisión ante la queja de las entidades financieras. ¿Qué paso?
¿Cuál fue el impacto de la medida?
La medida que se tomó esta semana llevaba la tasa de pases pasivos a 1 (UNO) día al 95%. Esto impactaba fuertemente sobre los Fondos Comunes de Inversión dado que se esperaba que hubiera una fuerte migración de estos hacia el Money Market. Oportunamente explicamos de que se trataba este “mercado”: son fondos de liquidez inmediata, que permiten invertir diariamente, generando de esta manera intereses a diario, con el beneficio que se tiene disponibilidad del capital casi de manera inmediata.
Por lo que, se esperaba que los inversores abandonaran los plazos fijos y los Fondos Comunes de Inversión para trasladar sus inversiones hacia el money market. Los bancos, especialmente las entidades más pequeñas, quedaban en inferioridad de condiciones y su rentabilidad quedaba comprometida.
Los bancos expresaron su descontento, en particular, porque la medida no les fue previamente notificada, sino que, por el contrario, se enteraron en el momento por pantalla. A esto, se le suma que se empezó a observar una salida de depósitos – es decir, el mercado respondió rápidamente –, lo cual no atacaba la liquidez de las entidades financieras sino su rentabilidad.
¿Por qué se había tomado la decisión?
Se podría arriesgar que la decisión del BCRA buscaba generar un efecto conocido como “secar la plaza”. Lograr que el mercado coloque la mayor cantidad de pesos dentro del sistema financiero en pesos, y de esa manera, reducir el disponible que podría trasladarse al dólar. Y los números justificaban esta medida: en cuestión de días se había observado un movimiento de unos $500.000 millones.
Inclusive había trascendido que era posible que los Fondos que operaban en el money market invirtieran el 100% del capital en este, mientras que los bancos consideraban que solo un 30% del capital se podía invertir en una FCI tradicional debido a que existe un conflicto vinculado con el nivel de exposición al riesgo.
¿Qué se decidió?
El gran impacto en el mercado bancario llevó a que el Banco Central tuviera que revertir la suba de tasas para llevarla al 85% y además permitirles a las entidades financieras invertir en “cauciones bursátiles”. ¿De qué se trata este instrumento financiero? Es un contrato entre dos partes, donde unos necesitan tomar deuda en pesos o dólares y la otra busca colocar en pesos y dólares. Quien necesita el préstamo elige el plazo y el precio que está dispuesto a pagar. Mientras quien busca colocar, hace lo mismo. Cuando se encuentran dos partes que coinciden quien decide tomar la deuda deberá tener títulos bursátiles para dar en garantía y quien presta, entrega el efectivo – en la moneda pautada -, para que la operación se materialice.
¿Cuál es el verdadero motivo detrás de la marcha atrás?
Este viernes Economía necesita renovar unos $106.169 millones. Los instrumentos que se ofrecerán serán:
LEDES con vencimientos en el segundo trimestre del año 28 de abril, 31 de mayo y 30 de junio de 2023. Con rendimientos del 113,4%, 114,5%, y 116,5% respectivamente.
Bono dólar linked con vencimiento el 28 de abril de 2023, exclusivo para importadores registrados en AFIP y Aduana.
El mercado no está satisfecho con las tasas ofrecidas, en función a la inflación prevista para el mes de enero que se acerca cada vez más a los valores del mes de diciembre y se aleja del umbral del 4% que hubo en diciembre.
En este contexto, la medida que había tomado el Central dejaba al Tesoro en una situación complicada. Hasta ahora los bancos habían acompañado las licitaciones de deuda y las renovaciones para financiar el déficit y estirar los vencimientos. Pero después de la decisión de esta semana, se puso en duda si las entidades financieras que consideraban que se atacaba su rentabilidad continuarían apoyando las licitaciones.
La semana pasada Economía había conseguido financiamiento por unos $430.000 millones, pero la oferta de instrumentos aceptada tiene vencimiento previo a las elecciones. Esto sigue marcando que los inversores están dispuestos a acompañar siempre y cuando las tasas sean altas y las colocaciones a corto plazo.
El dilema de la sábana corta
Este tipo de marchas y contramarchas dan la pauta de que Economía navega en aguas turbulentas. Se vive luchando con el dilema de la sábana corta. Si se intenta tomar medidas para corregir algo, se desarregla por otro. ¿Por qué? Porque lo que se necesita es implementar un programa que ataque todos los problemas de manera simultáneamente.
Moody’s anunció esta semana que la recompra de deuda externa constituía para ellos un “default” debido a que se incumplía con lo acordado y alteraba las condiciones. Pero más allá de eso: no solucionaba las dificultades de fondo principalmente para garantizar el pago de la deuda. Asimismo, afirmó que si bien el anuncio generó un alza en los precios de los bonos, consideraba que era poco probable que el optimismo en los inversores se mantuviera y que garantizará recuperar el acceso al mercado para 2024. El viceministro de economía comentó que no le preocupaba la advertencia de la calificadora de riesgo puesto que no había modificado la calificación que le da a la deuda argentina, que se mantiene en Ca estable. Es importante aclarar que esta dos niveles arriba del default clásico. Asimismo, creen desde Economía que la recompra iba a mejorar la macro en las próximas semanas.
En un intento de contener la suba del dólar, para tratar de controlar la inflación, se anunció está medida que afecta la reservas tan escazas. El gobierno explica que la recompra se hará con el ahorro que se producirá por un menor gasto en las importaciones de energía. Lo cual preocupa a los importadores que esperaban que ese menor gasto permitiría financiar la compra de insumos, materia prima, bienes de capital o bienes terminados, en un contexto donde se sabe que habrá menos dólares por la sequía. Nuevamente, la sabana corta: si hay dólares para la recompra de deuda no hay para las importaciones.
Hasta tanto no se acomoden las variables macroeconómicas y se acepte que hay ciertas medidas que tarde o temprano se deberán tomar para poder ordenar la economía, vamos a tener que coexistir con este dilema. Continuar estirando la toma de decisiones, sólo provocará más daño, especialmente en los sectores que menos tienen que son los que más golpeados siempre resultan.
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