Ayer en el Boletín Oficial se publicó la Resolución 26/2022 mediante la cual se incluyeron miles de productos dentro del requisito de las Licencias No Automáticas. La Disposición 21/2022 crea además una Base Integral de Fiscalizaciones Aduanera. ¿De qué se trata?
Miércoles 5 de octubre de 2022, Mg. Yanina S. Lojo
Como siempre en nuestro país, las contradicciones están a la orden del día. Mientras el lunes Massa anunció un régimen especial para promover la economía del conocimiento, ayer mediante la Resolución 26 se incluyó dentro de las posiciones arancelarias que de ahora en adelante deberán tramitar licencias no automáticas serán las notebooks y las impresoras. ¿No son insumos necesarios de este sector industrial? Más allá de este caso particular, hubiera sido más fácil que directamente publicaran la lista de aquello que aún mantiene la Licencia Automática, que era mucho más corta.
¿Qué son las Licencias Automáticas y No Automáticas?
Se trata de dos elementos establecidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC). Las Licencias Automáticas (LA) quedan definidas por la OMC como un trámite destinado a recabar información estadística y otras informaciones concretas asociadas con las importaciones. Y su obtención debe estar garantizada. Con relación a las Licencias No Automáticas (LNA) queda establecido que se utilizan para administrar restricciones al comercio, pero solo aquellas que se justifican dentro del marco jurídico de dicha organización.
Según se desprende de la normativa de la Organización Mundial del Comercio, el trámite no puede demorar más de 30 días en su obtención si las solicitudes de LNA se analizan a medida que se reciben y 60 días si se estudian todas las peticiones juntas. En caso de resultar denegada, el importador debe ser informado de los motivos y es obligación dar lugar a una instancia de revisión. La aplicación de LNA debe darse en un marco de total transparencia, con claridad sobre la información y condiciones necesarias para su obtención, y no debe haber ningún tipo de discriminación entre los solicitantes. Finalmente, las licencias deben otorgarse con plazos suficientes para que pueda llevarse adelante la operación y en cantidades que permitan que el objetivo económico se cumpla.
En nuestro país, por ejemplo, hay aspectos de la normativa de la OMC que no se cumplen: hay discrecionalidad en la asignación, no se dan explicaciones cuando la misma se rechaza, y la instancia de revisión es prácticamente inexistente. La transparencia brilla por su ausencia. Basta con revisar en la web y se podrán encontrar artículos sobre cómo en un pasado hubo hechos de corrupción. El plazo se trata de cumplir debido a que durante el último gobierno de la Dra. Fernández como podían pasar 180 días o más y las LNA no estar aprobadas, varios países presentaron recursos ante la Organización Mundial del Comercio, y Argentina fue sancionada - se la intimó a revertir la situación o países como Estados Unidos y China tendrían derecho a aplicar reciprocidad en el trato -, y hacia el final de su mandato todas las autorizaciones pendientes fueron liberadas mágicamente.
¿Qué mercadería fue incluida dentro de las Licencias No Automáticas?
A diferencia de la modificación que se había realizado en agosto, donde se incluyeron 34 posiciones arancelarias, en esta oportunidad se han incluido 2678 posiciones arancelarias. Se incluyeron, por ejemplo, hidrolavadoras, palos y pelotitas de golf, esquíes y patines de hielo. También quedaron comprendidos freidoras, cacerolas, pilas, lámparas led, encendedores, destructores de papel y billetes, impresoras, notebooks, estufas, motores fuera de borda, infladores de bicicletas, carne porcina, preparaciones congeladas, chocolates, preparaciones alimenticias, productos químicos, bolsos, mochilas, carteras, papel y cartón, tejidos de seda, hilados de lana, hilos para coser, algodón, calzados, manufacturas de fundición y hierro, radiadores, tubos flexibles de metal común, turbinas y ruedas hidráulicas, taladros, aparados de grabación o reproducción de sonidos, vehículos automotores, remolques, cámaras y proyectores cinematográficos, aparatos y material para el revelado automático de películas fotográfica, película cinematográfica o papel fotográfico en rollo o para impresión automática de películas reveladas en rollo de papel fotográfico, instrumentos para la óptica, contadores de gas, aparatos de relojería, armas, juguetes - incluidos los rompecabezas -, cierres relámpago, pañales para bebés, pelotas de tenis, guitarras, arpas y violines, despertadores eléctricos, mesas y máquinas para dibujar.
Si se cansaron de solo leerlo, hay que aclarar que dentro de las más de 2000 posiciones quedaron comprendidos todos los tipos de fibras textiles, plásticos, mucha materia prima y maquinaria necesaria para la producción.
¿Qué es RADAR?
Mediante la Disposición 21/2022 se creó la Base Integral de Fiscalizaciones Aduaneras (RADAR), bajo la órbita de la Dirección de Reingeniería de Procesos Aduanero, dependiente de la Dirección General de Aduana. De la lectura de la Disposición no se desprende absolutamente ninguna información sobre cuál será su función. Sin embargo, al leer el Anexo podemos observar que se tratará de un Sistema Centralizado para que la Aduana pueda cursar todo tipo de denuncias en las operaciones de importación y de exportación, asociadas principalmente con el valor de la mercadería. Según se supo desde la Secretaría de Comercio dijeron que están buscando crear un perfil de riesgo de los operadores y detectar operaciones de sobrefacturación para las importaciones y subfacturación de las exportaciones.
¿Qué está pasando?
Con esta nueva incorporación, las posiciones arancelarias que quedan comprendidas por el régimen de las LNA totalizan más de 4000. Este volumen se vuelve no sólo ilógico y además se presta a numerosas distorsiones, sin mencionar que complejiza aún más las operaciones. Probablemente, desde la Secretaría de Comercio se quiera justificar este tipo de medida diciendo que de esta manera tendrá un mejor control y administración de las importaciones dado el escaso nivel de dólares disponibles. Que será posible dar un orden de prioridades a los insumos y bienes intermedios. Pero si esa era la intención, no había motivo para incluirlos. Al hacerlos tramitar LNA se incluye mayor presión sobre las empresas, así como incertidumbre. No hablemos de la posibilidad de que se generen numerosas distorsiones que los importadores ya han sufrido en otras ocasiones. Todo este tipo de medidas generan mayor tensión en los precios. Si el importador no está seguro de cuándo va a poder volver a traer su mercadería ¿qué va a hacer? Hace ya unos días que se comenta que el gobierno anunciará un nuevo Sistema Integral de Monitoreo que al momento de autorizar la solicitud de importación se indicará cuando se podrá pagar. El objetivo es dar mayor previsibilidad para que los importadores sepan en qué momento podrán ir al banco para hacer el pago. Eso no da seguridad sobre cuál será el valor del dólar al momento de importar porque en la Argentina, nadie confía en que el valor del dólar hoy sea el mismo en unos meses. Entonces, ¿alguien puede imaginar que un importador va a sentir confianza y estimará el precio de la mercadería suponiendo una tasa de devaluación del 6% mensual del tipo de cambio oficial? O ¿será más probable que busque establecer el precio recurriendo al tipo de cambio más alto para quedar cubierto ante posibles shocks de devaluación?
Ayer el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, dijo que la inflación bajaría de los tres dígitos al 60% debido a una expansión en la oferta y no una contracción en la demanda. ¿Cómo va a crecer la producción si los insumos y los bienes de capital quedan sujetos a sistemas de aprobación que generan incertidumbre? A esto hay que sumar que muchos bienes finales no tienen fabricación local y que, si hay demoras en su ingreso, se provocará una contracción de la oferta que se trasladará a precio. Por otro lado, un menor nivel de importaciones implica que menos buques lleguen al país o que, directamente no pasen por el puerto de Buenos Aires. Esto hace más difícil que la poca mercadería que se exporta consiga transporte, y que cuando lo hace, tenga que pagar un mayor precio. Si lo que necesitamos es exportar más, para generar un mayor ingreso de dólares, estas medidas poco hacen para ayudar.
Todas estas medidas están más relacionadas con la escasez de dólares y la desesperación de parte del gobierno. No hay reservas para satisfacer las necesidades que tiene el país por lo cual, el gobierno se sienta sobre los billetes y trata de ver cómo sobrevivir sin tomar las decisiones de fondo que realmente necesita la economía argentina. Este tipo de medidas solo nos va a llevar a aislarnos más del mundo, a un atraso tecnológico y a enormes distorsiones en los precios que las van a pagar los consumidores. Como siempre el último eslabón de la cadena es el que más daño va a sufrir. Y el flagelo de la inflación va a seguir pegándole duro a los que menos tienen.
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