Dentro de las medidas que trascendieron el fin de semana que anunciaría Hacienda para tratar de controlar la inflación se mencionó dos que golpean directamente al comercio exterior: la importación del mercado central de alimentos y la suspensión de medidas antidumping. ¿Cómo impactará en el resto del comercio exterior?
Martes 16 de mayo de 2023, Mg. Yanina S. Lojo
El domingo desde Economía dejaron transcender que se tomarían una serie de medidas que buscarían tratar de controlar la inflación de cara al mes de mayo, dado que se teme que el próximo mes el número que informe el INDEC siga escalando. Varias de estas medidas golpean directamente al comercio exterior y hacen surgir muchas dudas sobre cómo continuarán operando los importadores de cara al resto de 2023.
¿Cuáles fueron las medidas anuncias vinculadas con el comercio exterior?
Por un lado, se anunció que se daría prioridad a la aprobación de las SIRA correspondientes a Bienes de Capital. Por otro lado, el Mercado Central será habilitado en el Registro de Importadores, con lo cual podría importar en forma directa de productos frescos (frutas, verduras, hortalizas, carnes) y secos no perecederos. La operación se haría con un arancel cero pudiendo ofrecerlos sin costo de intermediación.
También se generarán fideicomisos públicos/privados para la compra de productos alimenticios. Cada comercio de cercanía podría ser cuota artista aportando fondos para la compra centralizada, para lograr mejores precios de compra y eliminando intermediarios. Aunque ya hoy la Secretaría de Comercio confirmo que tuvo que cesar las negociaciones con los negocios de cercanía para incluirlos en el Programa de Precios Justos.
Finalmente, se suspendería la aplicación de derechos antidumping por "circunstancias atinentes a la política general de comercio exterior y al interés público". La medida alcanzaría a insumos que se utilizan para la fabricación de envases, espumas para colchones y vehículos, plastificantes, gaseosas (Benzoato de Sodio), lana de vidrio, resinas de poliéster y fungicidas.
Las SIRA aprobadas y que no se usan
Una de las grandes polémicas que se venían dando la última semana era ¿por qué hay SIRA aprobadas y los importadores no la usan? ¿Para qué las piden si después no las usan? Las preguntas se lanzaban como acusaciones de especulación hacia los importadores. Pero la realidad es muy diferente.
Por un lado, muchos importadores han solicitado sus SIRA y han logrado que sean aprobadas, pero como el pago es diferido se encuentran con la dificultad de obtener financiamiento. Ya sea porque su proveedor no está dispuesto a esperar el plazo necesario para cobrar, o porque no consigue financiamiento local o externo de tipo financiero.
No es fácil para una PYME o un emprendedor conseguir que un banco le preste en dólares para poder pagar una importación, y menos afrontar los costos o bien el riesgo que esto implica.
Por otro lado, muchas empresas se encuentran ante la difícil situación de que, si bien cumplen con los requisitos para poder pagar una SIRA anticipadamente, y cuentan con la misma aprobada, la entidad financiera se niega a cursa el pago. ¿Cómo puede suceder esto? Muchos importadores, que quizás lograron su primera SIRA y que hasta ahora operaban con el sistema de envíos por Courier, quieren concretar su primera importación formal. Por lo cual, van al banco con el que operan, presentan toda la documentación. Cuentan con cupo para poder salir por la excepción 1.4 que les permite pagar antes de la fecha del MOA hasta USD 50.000 por año calendario y una vez realizados todos los trámites, la entidad financiera les rechaza la operación. ¿Por qué? Porque no tienen historial como importadores. Entonces se les plantea la siguiente situación: si desean pueden proceder con la importación y una vez que cuenten con el registro aduanero, la entidad bancaria les permitiría hacer el giro. En primer lugar, la SIRA solicitada puede decir pago anticipado, y después deberían realizar un pago diferido entonces el banco puede indicarles que necesitan pedir una nueva SIRA. Al mismo tiempo, su proveedor puede negarse a realizar la operación.
Como bien dijimos: son importadores nuevos y la confianza, como todo se construye en el tiempo, lo que hace que se vean imposibilitados de poder concretar la importación. En otras palabras: tienen la autorización para importar, pero no pueden hacerlo. ¿Es culpa de los bancos? No, en realidad ellos son – como los importadores -, parte de un sistema que hace suponer que todos somos culpables hasta que se demuestre lo contrario. No tiene más opción que desconfiar de todo y de todos a fin de evitar futuros problemas con la autoridad de control.
¿Hay importadores que han solicitado SIRA y no las van a usar? Si, probablemente. Algunos por la desesperación de que no sean aprobadas han representado pedidos. Otros porque las pidieron y lamentablemente en el contexto actual no pueden seguir con la operación. Otros porque cuando la pidieron la situación era una y ahora, los costos no cierran y no pueden avanzar con la operación. Lamentablemente, la realidad no es tan blanco o negro como muchos quieren hacernos creer. Tiene muchos matices, y no siempre son considerados.
Importación de alimentos ¿y los dólares?
Hay muchas empresas esperando que les aprueben las SIRA para importar bienes de capital. Algunos que se encuentran en el puerto esperando hace ya bastante tiempo y, sin embargo, no llegan las aprobaciones. Algunas firmas consiguieron el capital para poder realizar la operación a través de entidades de fomento como puede ser el CFI (Consejo Federal de Inversiones) o un Banco de fomento a la actividad industrial. Y si bien poseen los fondos para llevar adelante la operación, no pueden materializarla porque las SIRA no son aprobadas.
Cuando escuchamos hablar de que se acelerarán las aprobaciones de las SIRA de bienes de capital una de las preguntas que nos hacemos son: ¿a qué plazos de pagos? Porque uno de los mayores problemas que se tiene es que, este tipo de bienes necesita que sean pagados anticipadamente. Es muy difícil conseguir que el proveedor financie la operación. Y la norma para el pago de estos establece que, de tratarse de un pago a la vista o de deuda comercial sin registro de ingreso aduanero destinado a la adquisición de bienes de capital (códigos de concepto B20 y B21) se podrá girar solo hasta un valor que no supere el 80% del monto total de los bienes a importar. El 20% deberá abonarse una vez que se cumpla el plazo establecido por la Secretaría de Comercio. Asimismo, la semana pasada mediante la Comunicación A 7766 se endurecieron las condiciones porque se incluyó la excepción por la que se pagaban antes del plazo los bienes de capital dentro de los casos que deberán tener como plazo cero en la SIRA salida para poder acceder al beneficio del pago antes de la fecha del MOA.
Muchos nos preguntamos ¿en el plazo inicial será 0 y luego se cargará un plazo mayor en el definitivo? ¿Habrá casos en qué se ponga un plazo mayor y no se pueda acceder al beneficio? Aun no hay claridad al respecto. En vistas de esto, ¿De qué sirve que la SIRA este aprobada?
Otro de los anuncios que se adelantaron fue que el ministro viajaría a China para tratar de ampliar el SWAP y conseguir las garantías necesarias del banco de los BRICS para poder cerrar el acuerdo con Brasil para el financiamiento de las operaciones. ¿Por qué? Porque no hay dólares. El Programa de Incremento Exportador no está dando sus frutos y por ello, la situación es cada vez más complicada.
Si cada vez hay menos dólares, si la sequía cada vez deja perspectivas peores de cuál será el futuro de los ingresos. ¿Con qué dólares importará el Mercado Central los alimentos? ¿Conseguirán el financiamiento que las empresas no consiguen? ¿Podrán conseguir proveedores que les vendan a plazo?
¿Y el daño a la industria?
Como mencionamos en el artículo de ayer cuando enunciamos las medidas (Ver “La inflación no cede”) Organización Mundial del Comercio define el dumping como: “el caso en que una empresa exporta un producto a un precio inferior al que aplica normalmente en el mercado de su propio país, se dice que hace dumping”. Para llegar a la aplicación de un derecho antidumping, se supone que luego de una larga investigación, se ha determinado que ciertas importaciones son objeto de esta acción perniciosa, y que existe un daño importante a una rama de producción nacional y una relación causal entre las importaciones objeto de dumping y el daño.
En otras palabras, ¿el gobierno ha decido suspender las medidas tomadas para proteger a la industria nacional a la cual consideraba que estaba siendo dañada? De esta manera, ¿cree que se solucionará el problema de los precios?
Las importaciones como moneda de canje
Otra vez los importadores son puestos bajo la lupa y utilizados como moneda de canje. Como si su actividad no fuera vital para la industria y la economía. Como si las importaciones pudieran abrirse o cerrarse como parte de una pulseada para tratar de ganar en una batalla en la que no se están usando los elementos que son realmente necesarios. Lamentablemente, la dinámica del comercio exterior no es comprendida por las autoridades que tienen que tomar decisiones al resto. La decisión con respecto al pago de los fletes es otro ejemplo. Necesitamos importar, para poder producir y exportar. Utilizar la apertura de determinadas importaciones como “amenaza” para presionar a ciertos sectores a bajar sus precios es no comprender cómo se define una política de costos correcta. Pensar que la inflación se logrará controlar sin tomar las medidas que realmente se necesita, es difícil de imaginar. Lo más probable es que cada vez los precios suban más. ¿Por qué? Porque las expectativas juegan en contra, y como las medidas no están orientadas a solucionar el problema generan más desconfianza.
Mientras productores agropecuarios del interior de nuestro país, tirar la producción porque los costos de transportarla hacen inviable su comercialización, el Mercado Central va a importar alimentos frescos. ¿Quizás la decisión no debía ser otra?
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