Desde hace ya días que se observa como las diversas cotizaciones del dólar que coexisten en la Argentina convergen hacía la baja. ¿Qué está sucediendo en el mercado? ¿Qué pasará en el corto plazo?
Martes 5 de marzo de 2024, Mg. Yanina S. Lojo
Desde la semana pasada la cotización del dólar en los mercados financieros ha mostrado una fuerte tendencia a la baja, y los valores han tendido a converger. Mucho se hablaba si era necesario hacer un ajuste por encima del 2% mensual y si esto pudiera suceder en marzo. La opinión de los especialistas es variada, pero puede ser que este fenómeno sea multicausal. Hay varios motivos que pueden explicar la caída en la cotización del dólar. ¿Qué está pasando con el mercado?
Incremento en los gastos corrientes
En primer lugar, podemos mencionar que en general, la última semana del mes y la primera suele haber desarme de posiciones como consecuencia de la necesidad de hacer frente a gastos corrientes. ¿Qué significa esto? Que tanto las empresas como las personas necesitan afrontar un mayor nivel de pagos y vencimientos, y deben liquidar los dólares que poseen para hacer frente de los pagos en pesos. Esto sucede todos los meses, pero obviamente hay algunos – como es marzo -, donde la cantidad de gastos son mayores. En el tercer mes del año, con el comienzo del ciclo lectivo y el retorno de la actividad, la cantidad de egresos suele ser mayor que en otros momentos del año. También como consecuencia del salto inflacionario, los costos se dispararon y eso hace que cada vez se requiera contar con una mayor fuente de ingresos.
La caída en la actividad
Otro motivo se puede encontrar en la caída significativa que hubo en la actividad. Según se reportó en febrero una fuerte contracción en las ventas, que en promedio se ubicó en el 25,5% siempre a precios constantes. El dato fue aportado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Y además agrego que implica una disminución del 27% acumulado en el primer bimestre del año en comparación con el mismo periodo del año anterior.
El fuerte salto en los precios produjo una contracción en la demanda dado que hubo un efecto de licuación de ingresos. Pero además de eso, muchos consumidores han adoptado una posición más conservadora. Obviamente, que ante un menor nivel de ventas la cantidad de dinero en la calle es menor. Lo que nos lleva al punto anterior: tanto comerciantes como consumidores tienen que desarmar sus posiciones en dólares, para pagar gastos corrientes y a la vez reducir sus consumos. Muchos argentinos al final de cada mes si poseían un excedente de dinero lo colocaban en dólares como un mecanismo de ahorro. Pero debido al salto en la inflación, no hay remanentes o son muy pequeños y el costo de entrar y salir, no justifica el movimiento.
El pago de la deuda con los proveedores del exterior
Otro de los motivos es la escasez de pesos. El Banco Central ha estado trabajando para retirar la mayor cantidad de pesos de la economía. La enorme emisión monetaria que se llevo adelante durante 2023, en particular en el último trimestre, es responsable de que la inflación – junto con el control de precios -, saltará fuertemente. Es por lo que, la autoridad monetaria estuvo implementando diferentes herramientas para “secar la plaza” como se suele decir. El Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre o BOPREAL fue una de las herramientas que mejor resultado ha dado.
Los importadores tanto de bienes como de servicios acumularon una enorme cantidad de deuda durante 2023 con sus proveedores del exterior. Hoy para poder cancelar esa deuda, la alternativa que poseen – si no son Mi PYMEs con deuda inferior o igual a USD 500.000 -, accediendo al tipo de cambio oficial es la suscripción del BOPREAL. Esto implica que todas las semanas, las empresas deban colocar la cantidad de pesos equivalentes a los dólares adeudados y por los que desean suscribir, más el importe correspondiente al impuesto país. Esto implica que semana a semana, miles de millones de pesos ingresan en el circuito bancario y son absorbidos por el BCRA, pero no son nuevamente distribuidos en la plaza.
Inclusive con la caída en las ventas, muchos importadores incluso se encuentran en la situación que no pueden suscribir toda la deuda porque no disponen de la cantidad de pesos liquida para hacerlo.
Las liquidaciones de las exportaciones
Los exportadores han estado liquidando sus operaciones en el mercado haciendo uso del beneficio establecido por el Decreto Nº28/2023. Esto les permite liquidar un 80% a través del Mercado Único y Libre de Cambio (MULC) y un 20% a través del mercado financiero. Esto arroja un tipo de cambio promedio entorno a los $883.
Obviamente, esto genera que haya más oferta de dólares en un mercado donde la demanda ha estado bajando y, por la ley de la oferta y la demanda, el precio tiende a caer. El dólar es un activo más del mercado, y se ve regulado – si no hay intervenciones -, por las mismas reglas que el resto de los bienes y servicios de la economía.
La cuestión en este aspecto es que al caer el tipo de cambio en los mercados financieros la brecha con el oficial se redujo y eso hace que para muchos exportadores operar en ambos mercados deje de ser beneficioso. Esto también podría explicar porque el BCRA ha podido realizar importantes compras, más allá de las limitaciones que aún existen para pagar. Este achicamiento de la brecha es lo que motivaba a muchos a argumentar que pronto la autoridad monetaria debería hacer una corrección en el tipo de cambio para evitar la mejora que se había obtenido en diciembre.
¿Nuevo ajuste cambiario?
Mucho se ha especulado en las últimas semanas sobre si se aceleraría la tasa de devaluación o se haría un ajuste “discreto” en el tipo de cambio. Inclusive la semana pasada, ex ministros de Economía recomendaron realizar correcciones en el cortísimo plazo. En particular, pensando en abril y el comienzo de la liquidación fuerte del campo.
Sin embargo, es posible que la autoridad monetaria no tome una decisión tan rápido como muchos pensaban. Quizás espere a conocer el dato de la inflación de febrero. Un ajuste “discreto” se traduciría en un nuevo salto en los precios, pero también profundizaría aún más la caída en la actividad.
Hay quienes argumentan que sin un nuevo ajuste la competitividad que se había ganado en diciembre se habrá terminado de licuar y eso podría demorar la liquidación de divisas. Hoy lo que más necesita la economía es la llegada de dólares frescos.
Tras la última visita del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la Argentina, se esperaba que hubiera algún tipo de declaración con respecto a la política cambiaria. Sin embargo, hasta el momento, no ha habido mención alguna. Por el contrario, se ha hecho hincapié en que el ancla fiscal y monetaria han sido claves para lograr controlar la inflación.
Pareciera que estamos ante un veranito financiero, una especie de pax cambiaria. Lo que si estamos seguros es que, en Argentina, de un día para otro, de un momento para otro, las condiciones pueden cambiar completamente.
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