El BCRA anunció una nueva licitación del BOPREAL para esta semana que será abierta a todas las empresas, igual que la semana pasada. Aún así la demanda del bono fue muy baja. ¿Qué puede explicar esta caída?
Martes 19 de marzo de 2024, Mg. Yanina S. Lojo
El miércoles y jueves pasado llevó adelante como todas las semanas licitación de BOPREAL para que participen aquellos que tuvieran deuda al 12 de diciembre de 2023, por importación de bienes o servicios. Pero tuvo una particularidad: se encontró abierta a todas las empresas hubiera o no empadronado la misma en el Padrón de Deuda habilitado por la Secretaría de Comercio. ¿Por qué se tomó esa decisión? ¿Cómo resultó?
BOPREAL Serie 3, con un arranque lento
Mientras que el BOPREAL Serie 2 pareció ser un éxito, porque su colación fue rapidísima y logró una importante paridad en el mercado secundario, el BOPREAL serie 3 no despega.
Tras la segunda subasta y habiendo colocado solo USD 792 millones de los USD 3.000 millones que se iban a ofrecer, el BCRA tomó una decisión significativa. Abrió la licitación a todas las empresas.
Hasta entonces solo podían participar las empresas que hubieran declarado y por hasta el monto declarado en la DJDI. Sin embargo, ya la semana pasada se habilitó que las firmas que tuvieran deuda por importaciones de bienes con registro de ingreso aduanero o de servicios prestados o devengados hasta el 12 de diciembre podrían participar. En otras palabras, la constancia en el Padrón ya no era requisito. ¿Por qué se toma esta decisión? Porque la participación había bajado de una semana a la otra.
¿La apertura dio resultados?
Con esa novedad en mente, muchos esperaban que la licitación de la semana pasada diera un mejor resultado. Sin embargo, esto no sucedió. En la segunda rueda se colocaron USD 301 millones, mientras que en la tercera fueron adjudicados solo USD 100 millones. En total, solo se han colocado USD 892 millones. Menos del 30% de lo que se ofrece.
Esta semana tendremos un nuevo llamado a licitación y habrá que esperar a ver los resultados. Pero pareciera no haber mucho optimismo. La pregunta que muchos se hacen es: ¿Por qué el mercado responde de esta manera?
¿Se terminó empuje?
Con el BOPREAL Serie 2 y su rápida aceptación, parecía que la herramienta ofrecida por el BCRA había logrado un fuerte empuje. Y que los esfuerzos realizados durante la licitación del Serie 1 habían dado frutos. Sin embargo, tras la situación actual muchos se preguntan qué está pasando. ¿Es una cuestión de paridad? Si bien, no es muy alta, entorno al 70%, más cuando la comparamos con el Serie 2 que está por encima del 80%, no es mala. Además, las empresas deberían esperar poco tiempo para acceder al mercado financiero para poder adquirir la diferencia para cancelar totalmente la deuda.
Recordemos que desde el 1º de abril las firmas que hayan vendido en mercado secundario BOPREAL que obtuvieron en licitación primaria por un precio inferior al valor nominal, podrán acceder al mercado financiero – sin perder el acceso al MULC -, para adquirir la diferencia entre el precio de venta y el valor nominal.
Además, para todas las empresas que declararon deuda superior a USD 500.000 millones o no cuentan con certificado Mi PYME es, por el momento, el único instrumento que le permite cancelar la deuda sin perder acceso al MULC. También lo es para aquellas que por algún motivo no lograron declarar sus operaciones en el Padrón.
Entonces… ¿Qué pasa con el BOPREAL?
Algunos argumentan que el tipo de cambio implícito cuando se hace todo el circuito quedo alto con relación a la cotización en el mercado financiero – donde las cotizaciones han estado operando a la baja -, y eso genera que muchos importadores vean como una oportunidad migrar del MULC al CCL y de esa manera, no sólo cancelar lo viejo sino también operar en las condiciones deseadas para las operaciones nuevas. Más cuando el dólar para importaciones se calcula sobre la base de $852,50 + la alícuota de impuesto país, quedando muy cercano al valor del contado con liquidación que hasta ayer operaba $1.080,99.-
Sin embargo, para muchas empresas esta opción es inviable por diversos motivos. Ya sea porque no poseen cuenta propia en el exterior, y el tiempo que demora la gestión de la apertura, así como instrumentar la formación del activo externo sea muy largo. Más cuando uno tiene a los proveedores reclamándole pagos desde hace más de un año. Para otras, la posibilidad quedo descartada cuando accedieron al mercado para pagar una operación bajo el esquema nuevo. Por lo que deben esperar los plazos establecidos para migrar al mercado financiero.
Quizás uno de los principales motivos sea la falta de liquidez. Y la evidencia la podemos encontrar en el acceso al mercado que están llevando adelante las Mi PYME. Recordemos que todas aquellas empresas que declararon deuda por un monto inferior o igual a USD 500.000 y cuentan con el certificado están pudiendo ingresar a mercado y pagar sin tener que recurrir al BOPREAL.
Hasta la semana pasada habían ingresado 5.400 organizaciones que realizaron pagos de deuda de importaciones por un total de USD 265 millones. Más allá de que había topes para operar – hasta el 09/03/2024 sólo podía accederse por hasta USD 50.000 por empresa -, la respuesta parece ser lenta. ¿Entonces? Una de las explicaciones más probables es que no hay liquidez suficiente en el mercado. El BOPREAL ha estado absorbiendo semana a semana pesos de la economía y hoy muchas empresas desean pagar, pero no tienen liquidez para hacerlo. No poseen la gran cantidad de pesos que se necesita para suscribir el BOPREAL. Hay que recordar que además de disponer de los pesos equivalentes al tipo de cambio actual – no al que se importó originalmente, quizás de $350 o menos –, se debe contar con el diferencial de impuesto país. Y el monto no es menor. Hay que recordar que la alícuota en general pasó del 7,5% al 17,5%, y que hubo un salto en el tipo de cambio. Cuando se liquida el impuesto país se aplica el 17,5% al valor FOB, por ejemplo, y se lo multiplica por el tipo de cambio actual. El pago a cuenta realizado en el momento de la nacionalización – si es que se trata de una operación que es posterior a la implementación -, fue del 95% sobre el 7,5% a un tipo de cambio menor. Y la aplicación de este se hace en pesos. Por lo cual, el impacto es aún mayor.
Con la caída en la actividad económica y la contracción en las ventas, no son pocas las empresas que toman la decisión de no avanzar con la suscripción o tratar de demorar los pagos por falta de liquidez o para enfrentar pagos locales.
¿El factor salida del cepo puede estar influyendo?
Desde principio de mes que se habla de la salida del cepo. Inclusive el presidente el viernes pasado adelantó que se estaba negociando con el FMI, organismos multilaterales e inversores particulares la llegada de USD 15.000 millones que permitiría que el cepo se levante a mitad de año y no a finales como se especulaba en un principio.
Esto puede haber hecho que algunas firmas hayan decidido suspender la suscripción, conversar con sus proveedores para ganar tiempo, y ver si es posible que puedan pagar la deuda una vez que se haya normalizado el mercado. Pero ¿y qué pasa con el riesgo cambiario? Probablemente, sean firmas que tengan una gimnasia financiera que les permita armar una cartera de inversiones destinada a cubrirse ante la evolución del tipo de cambio para que, llegado el momento si el tipo de cambio pega un salto o simplemente se encuentra por encima del dólar importador actual, dispongan del capital para enfrentar los pagos.
¿La apertura a todas las empresas dará resultado?
Por ahora, no hay muestras de ello. La tercera licitación fue menor que la anterior. En algunos casos, se podrá argumentar que hubo – como en otras ocasiones cuando hay cambios -, una demora en la implementación. ¿Por qué? Porque este leve cambio que hizo el Central requirió que muchas entidades financieras readecuaran nuevamente los requisitos y documentación que solicitaban a las empresas demorando la revisión documental y la participación.
Veremos los resultados de esta semana, y sabremos si el BOPREAL resiste o si ha tocado su techo.
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