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¿Qué pasará con el Impuesto País?

Actualizado: 31 may

El gobierno anunció que en caso de que se apruebe la Ley de Bases y el Paquete Fiscal, se empezaría con una reducción de impuestos, comenzando con el Impuesto País. ¿Qué pasará con este impuesto que genera mucha distorsión?

Lunes 27 de mayo de 2024, Mg. Yanina S. Lojo


Este fin de semana sorprendió el anuncio que realizó el presidente durante el acto en conmemoración del 25 de mayo. Según indicó el presidente de avanzar el proyecto de Ley de Bases y lograr su aprobación, se comenzaría a trabajar en cumplir con la promesa de reducción de impuestos. Empezando por el Impuesto País. Obviamente, que el anunció sorprendió. Ya ante el campo el presidente había adelantado que se iba a trabajar para eliminar las retenciones y el Impuesto País.


Recordemos que desde el campo han ya elevado varias veces el reclamo no sólo vinculado con la eliminación de las retenciones, sino también con la quita del impuesto país para la importación de insumos destinados a la próxima siembra. Ante la decisión del gobierno de sostener la actual política cambiaria, la necesidad de obtener algún tipo de incentivo que mejore la competitividad es clave. La baja de precios internacionales más la suba de los costos locales, ha borrado prácticamente de un plumazo la leve mejora que las empresas sintieron en diciembre cuando se ajustó el tipo de cambio.


El Impuesto País tiene fecha de vencimiento


Más allá de las discusiones, la Ley que establece el Impuesto País está vigente hasta fin de 2024. Por lo cual, nos encontramos ante varios escenarios: que el gobierno, si se aprueba la Ley de Bases, decida comenzar un camino de reducción; que llegado fin de año no se renueve; o que se prorrogue su aplicación con un esquema de alícuotas diferentes.


Obviamente, todos los sectores esperan que el impuesto sea eliminado más temprano que tarde. Y en ese contexto, es clave que se evite que el mismo se vuelva coparticipable. Una de las grandes discusiones que se dio en el mes de enero, cuando se presentó el primer proyecto de Ley de Bases. Ante la eliminación del Impuesto a las Ganancias para los trabajadores, los gobernadores solicitaban a Nación que volviera coparticipable el Impuesto País a fin de compensar la caída en los ingresos. Sin embargo, la Administración Nacional se negó entendiendo que, si se concedía lo solicitado por las provincias, la eliminación del gravamen sería difícil o incluso imposible de lograr. El mejor ejemplo es lo que ha sucedido con el Impuesto al débito y Crédito, comúnmente conocido como Impuesto al cheque.


El superávit fiscal en jaque


Uno de los grandes logros que menciona esta administración es que ha logrado en los últimos cuatro meses superávit fiscal. Pero según detalla un informe elaborado por el IERAL, los ingresos fiscales cayeron en ese periodo en términos interanuales un 5%. Esta contracción hubiera sido aún mayor de no haber sido por lo recaudado por el Impuesto País. Además del fuerte recorte en los gastos que se llevó adelante.


La recaudación del impuesto PAIS fue uno de los sustentos del programa fiscal en el primer cuatrimestre, al explicar más de 100% del superávit primario en los meses de marzo y de abril y alcanzar el equivalente al 54% del superávit primario acumulado en lo que va de 2024” Señala el informe del IERAL.


La recaudación es clave


AFIP informó que desde enero hasta abril a través del impuesto PAIS ingresaron $2.250.265 millones, lo cual ya representa un 48,94% más que, en el mismo periodo, pero en 2023. Solamente en el mes de abril la recaudación por este gravamen fue de $510.247 millones.


¿Cómo se explica este salto en los ingresos? En primer lugar, el aumento de la alícuota, así como también la ampliación de las operaciones alcanzadas. La regularización de los pagos atrasados es otro factor. Mediante las licitaciones de BOPREAL se han ido canalizando las deudas acumuladas durante 2023. A eso hay que sumarle que se hizo extensivo no sólo el instrumento sino también el impuesto a los pagos de dividendos y/o utilidades, que no estaban hasta el momento alcanzados. Esto ha permitido que el Estado se haga de a mitad de mes de unos $240.000 millones solo en una licitación.


Solo el BOPREAL serie 1 no quedo alcanzado por el impuesto país. Y en este caso hay un detalle no menor. Muchas empresas que suscribieron este bono habían realizado el pago a cuenta al nacionalizar la mercadería. Hoy intentan recuperar lo abonado, mediante los procedimientos establecidos, pero la mayoría no ha tenido éxito. Los trámites se presentan, el tiempo pasa y el retorno no llega.


¿Y cómo decirle adiós?


Cuesta imaginar que en este contexto el Estado pueda decirle adiós a una de las principales fuentes de ingreso que posee y sobre la que se sostiene el superávit fiscal. Aunque haya sido una promesa de campaña, hasta ahora es un camino que no se ha podido recorrer. Por el contrario, se amplió el alcance al incluir el pago de dividendos y/o utilidades.


Condicionar la quita del impuesto país o su reducción a la aprobación de la Ley de Bases es algo complejo pero real. El problema es: ¿qué pasa si la ley no es aprobada? ¿O si su aprobación se demora en el tiempo? El Impuesto País genera una enorme distorsión en los precios de los productos y servicios importados, su eliminación podría ayudar a mejorar la estructura de costos de muchas cadenas productivas y a mejorar la competitividad de los productos nacionales que se exportan. Claramente hay que decirle adiós, el pedido es que sea lo más pronto posible. Aunque sea por etapas pero que poco a poco la industria empiece a sentir la reducción de la carga tributaria para que de a poco pueda destinar ese capital a la reinversión y la reactivación económica llegue lo antes posible.

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