Los analistas privados coinciden que el IPC del sexto mes del año podría mostrar una leve aceleración, después de contraerse durante cinco periodos. ¿Qué aspectos incidieron? ¿Qué medidas se espera que se tomen de cara a julio?
Jueves 4 de julio de 2024, Mg. Yanina S. Lojo
Después de un complicado inicio de gestión donde la inflación superó el 25%, el quinto mes del año sorprendió perforando el 5%, y ubicándose en el 4,2%. Inclusive, durante junio hubo periodos de tiempo en donde la inflación en alimentos se ubicó en el cero por ciento. Pero, la ilusión duro poco según los analistas privados, porque junio traería un leve aumento en el índice que dará a conocer el INDEC. ¿De cuánto? ¿Tomará medidas Economía con relación a esto?
¿Cuáles son las principales previsiones?
La mayoría estima que la inflación volverá a estar por encima del 5%. Aunque algunos son más positivos, como C&T Asociados, quienes afirman que el valor podría ser similar al de mayo, en 4,9%. Econométrica proyecta 5,2%. Libertad y Progreso estima un 5,4%. En el caso de Orlando Ferreres (OJF) sería de un 5,6% mensual.
Así entre la mayoría de las consultoras privadas, el valor general de la inflación de junio podría estar entre el 5,6% y un 4,9%. Lamentablemente, una de las cuestiones que influiría en la suba del IPC sería el fuerte ajuste que se realizó en algunos servicios. Sin embargo, no fue la única. Hubo, en menor medida, aumentos en la luz y el gas, sigue el ajuste en las prepagas, aunque menor de lo que sucedió meses anteriores. También hubo un fuerte aumento en los gastos comunes, y en la categoría vivienda en algunas regiones.
¿Qué paso con alimentos y bebidas no alcohólicas?
El rubro más delicado y uno de los que más incidencia tiene en el índice general habría mostrado un comportamiento dentro de las expectativas de Economía. Alimentos y bebidas sólo habría mostrado un ajuste del 2,2% en todo junio. Y esto sería en algunos productos y algunas mediciones. Porque existen algunas más positivas que hablan de valores por debajo del 2%, en donde se habrían detectado casos en la última semana de una leve deflación.
De esta manera, en una de las categorías que más les importa a los consumidores los ajustes de precio se habrían reducido casi la mitad o más. Recordemos que ha habido en los últimos meses una fuerte contracción en la demanda de casi todos los bienes, lo que llevó a las empresas a tener que implementar medidas para atraer la atención.
Al mismo tiempo, en marzo y con le objeto de potenciar la competencia el gobierno redujo la carga impositiva y facilitó el acceso al mercado único y libre de cambios para el pago de operaciones de importación que corresponden a productos de la canasta básica. Dentro del listado de posiciones arancelarias que quedaron alcanzadas por este beneficio hay desde alimentos, hasta productos de tocador o de limpieza.
A medida que el tiempo fue transcurriendo algunos productos comenzaron a llegar a las góndolas, mostrando una mejora en los precios. Y según explicaron los supermercadistas, si la medida se extiende – ya que a mediados de mes de julio expira -, la próxima etapa sería ampliar la oferta de productos y la variedad.
Las medidas que fueron y las que vendrán
La decisión de postergar de los impuestos al combustible en junio habría dado sus frutos, y morigero el impacto en los bolsillos de una clase media a la que le cuesta mantenerse, pero resiste. Mientras que, en el caso de la luz y el gas, se aplicó una quita de subsidios generalizada a los servicios energéticos, generando aumentos que fueron desde el 9% y 33% en gas y entre 23% y 156% en electricidad.
En julio, se avanzó con la quita de subsidios a los sectores de bajos ingresos, pero el impactó no sería tan grande como lo fue a principio de año. ¿Por qué? Porque se fue sobre los segmentos que poseen menores ingresos. Entonces, aunque en el índice el golpe puede no ser tan significativo, para muchos argentinos se sentirá. En particular, teniendo en cuenta las bajas temperaturas que se han vivido en este último tiempo.
Otra decisión que ayudó en la batalla de la inflación fue la decisión de gobierno de intervenir en la cuestión de las prepagas. Ya que no sólo estableció cómo deben ser los aumentos, sino que, por los próximos meses, las empresas deberán devolverles a los consumidores lo que cobraron en exceso. Lo cual tiene un impacto positivo.
Muchos se preguntan si los movimientos cambiarios van a incidir en los precios de julio. Eso el tiempo lo dirá, pero en general no parece haber mucho margen para ajustar precios en función de la caída de la demanda.
Lo que la mayoría de los analistas coinciden es que, en los próximos meses, la inflación se ubicaría entre el 4% y el 5%. Por ello, la cuestión pasa a ser si habrá o no estancamiento en el ajuste de precios. ¿Qué quiere decir? Que hemos llegado al piso de la inflación y que perforar el 4% no será fácil. Y aunque claramente es una mejora más que significativa, que en los próximos meses el valor oscile entre el 4% y el 5% sigue dejando un panorama complicado. La tarea que aún tiene por delante el gobierno es muy difícil. La guerra contra la inflación recién comienza, se han ganado batallas, quizás otras se pierdan. Lo importante es que el resultado final sea el que deseamos todos los argentinos.
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