A la medida tomada el jueves por el BCRA se suma la Resolución de la AFIP de hoy, donde por 120 días se suspende la aplicación del pago de dos percepciones a la hora de importa un listado de NCM. ¿Qué dice la norma?
Lunes 18 de marzo de 2024, Mg. Yanina S. Lojo
En el Boletín Oficial se publicó hoy la norma que establece la suspensión por 120 días del pago de dos percepciones/anticipos al momento de oficializar una importación de un listado de productos. Esta medida se suma a la flexibilización para acceder al mercado anunciada la semana pasada.
¿Qué dice la norma?
Que por un plazo de tiempo determinado las importaciones a consumo de los productos comprendidos en el listado que adjuntamos – y que comprenden bienes de la canasta básica -, no pagarán IVA percepción ni Anticipo Impuesto a las ganancias al momento de realizar la nacionalización de la mercadería. Es decir, de realizar el despacho aduanero.
¿Por cuánto tiempo?
La medida no es definitiva, sino que la suspensión corre para un plazo de tiempo determinado. Se establece la suspensión por CIENTO VEINTE (120) días. Es decir que desde la publicación en el Boletín Oficial y por cuatro meses, los registros de ingreso que se lleven adelante para las NCM comprendidas en el anexo de la norma no se deberá realizar el pago de la percepción de IVA ni el anticipo de Impuesto a las Ganancias.
¿Qué dijo el BCRA al respecto?
El jueves pasado la autoridad monetaria redujo para las operaciones que cuenten con registro de ingreso aduanero desde el 15 de marzo de 2024, podrán cancelarse totalmente a través del mercado de cambios desde los 30 (treinta) días corridos contados desde el registro de ingreso aduanero de bienes.
¿Por qué se toma la medida?
Según expresa el texto de la misma Resolución el objeto es: “Que el contexto de alta inflación que atraviesa el país requiere de la implementación de diversas medidas que permitan mitigar sus efectos sobre los sectores más vulnerables.
Que la presente medida se impulsa con el objetivo de disminuir la carga impositiva a la importación de una canasta de bienes de primera necesidad a efectos de que se genere una reducción de los precios de dichos productos, como continuidad de la política económica dispuesta por la Administración Nacional orientada a reducir la inflación.”
¿Logrará su objetivo?
La semana pasada surgió una importante polémica tras que el gobierno se reuniera con supermercadistas para expresarles que esperan que los productos reflejen en la góndola el precio real, el de lista, y que es relevado por el INDEC.
Mientras que las listas no se modifican y se incrementan las ofertas, y los índices no reflejan esa merma en los valores.
Los empresarios argumentan que espantados por años de intervención temen reflejar los precios reales y prefieren trabajar con promociones y ofertas. ¿Por qué? Porque si hubiera un congelamiento de precio, éste se aplica sobre el valor de lista. Las autoridades argumentan que nada más lejos de las políticas de la actual administración estará implementar ese tipo de medidas. Sin embargo, como dice el dicho “el que se quema con leche, ve la vaca y llora”.
La mayor polémica hoy surge porque desde el sector industrial argumentan que antes de flexibilizar y bajar los impuestos para los productos terminados importados, hubiera sido mejor que se dieran ventajas a aquellos que importan para producir en el país. Argumento totalmente válido. Hoy uno de los principales reclamos de los industriales es que no tienen problema de competir con productos internacionales, pero necesitan que se libere o flexibilice el cepo y que se estabilicen los costos internos.
Cualquier alivio en la carga impositiva es una buena noticia, cualquier mejora en las condiciones de acceso al mercado de cambios también. Sin embargo, quizás hubiera sido mejor que en simultaneo con un tratamiento especial para los productos terminados se hubiera aplicado uno para los insumos.
Hoy se redujo la tasa para el programa de Cuota Simple, respondiendo a la decisión de bajar la tasa de política monetaria.
Aún es pronto para saber si la medida tendrá un efecto que se refleje en las góndolas o si la caída en el consumo, por la licuación de los ingresos terminará forzando a la oferta a ajustar los precios: ¿seguirán las promociones? ¿O se reflejaran en los precios de lista?
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