Según se conoció esta semana el INDEC lanzaría en breve un nuevo IPC luego de haber analizado la canasta actual con las provincias y con el aval del Fondo Monetario Internacional. ¿Qué sabemos al respecto?
Jueves 21 de marzo de 2024, Mg. Yanina S. Lojo
Trascendió esta semana que el organismo que conduce Marcos Lavagna se prepara para lanzar un nuevo Índice de Precios al Consumidor (IPC). Mucho se ha hablado sobre que la Canasta que se utiliza al momento ha quedado desactualizada y no refleja los patrones de consumo de los argentinos en la actualidad. Por ello, muchas veces los consumidores cuestionan el dato que informa el INDEC por considerarlo lejano de la realidad. La cuestión principal es que el dato se condice con lo que releva el organismo mientras que los consumos que hacen los habitantes han tomado un sendero diferente.
¿Qué cambios se vienen?
En principio, según se supo se cambiaría la base que se utiliza para el cálculo. ¿Cuál será? La base que se utilizará será la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) 2017-2018. Actualmente se emplea para el IPC, la correspondiente al período 2004-2005.
¿Cuál es la ponderación actual en la Canasta del IPC?
Según datos que son de público conocimiento, la mayor ponderación en la canasta del IPC-GBA la tienen los alimentos. Representan un 23,4%. Le siguen: Transporte (11,6%), Restaurantes y hoteles (10,8%), Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (10,5%), Salud (8,8%) y la ropa (8,5%).
¿Cuándo se conocerá el nuevo índice?
Por el momento, no hay novedades sobre una fecha definitiva para la publicación del nuevo índice. También se sabe que se están llevando adelante diferentes pruebas y evaluaciones. Una vez que se decida implementar el cambio, se deberá dar a conocer la noticia dado que los privados deberán también llevar adelante la nueva metodología a fin de poder, por ejemplo, participar del Relevamiento de Expectativas de Mercado.
¿Qué dice la Encuesta que se tomará como referencia?
La Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) 2017-2018 arroja ciertos datos que son significativos, por ejemplo:
Alimentos y Bebidas no alcohólicas: Representa el 22,8% del gasto de consumo de los hogares a nivel nacional. Aunque el nivel de gasto varia en función del clima educativo.
Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles: Representa el 14,5%;
Transporte: Representa un 14,4%;
Salud: Depende de la composición del grupo familiar. En aquellos hogares donde los miembros son menores a los 65 años representa solo el 5,1%, sino salta al 14,2%;
Hay muchos más datos significativos que arrojó dicha encuesta. Algunos vinculados con los consumos por internet probablemente ya estén desactualizados – aunque estarán más vigentes que los actuales -, debido no solo a cómo ha crecido el e-commerce sino también a la explosión que esto significó durante la pandemia.
También lo que tiene que ver el uso de medios de pagos electrónicos, que hoy gracias a las billeteras virtuales, ha tomado un nivel de penetración más que significativo.
¿Por qué surge está decisión?
Ya en la anterior Administración había adelantado que tenía intenciones de actualizar el índice. Lo cual había generado mucho descontento debido a la experiencia que hubo durante la gestión de Guillermo Moreno, donde se denunció la manipulación de los datos. Algo que hoy a la Argentina le esta costando en términos monetarios. Esto llevo a que, con el cambio de gobierno, se impulsaran cambios en el índice para tratar de transparentar los números.
Pero, aunque no se hablo más del tema, en el contexto de un año electoral, la decisión parece haberse mantenido y desde hace más de un año el equipo del INDEC ha estado trabajando en un proyecto para implementar cambios. No sólo contando con el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) sino también de diferentes gobiernos provinciales.
Si nos remitimos a la práctica habitual, los índices deben sufrir actualizaciones cada diez años para incorporar las mejoras metodológicas y a la vez los cambios en los consumos de la sociedad.
Esperemos que los cambios que se vengan en el IPC logren reflejar un poco mejor la realidad de la gente. ¿Por qué? Porque hay muchos que desconfían cada vez de que se publican los valores ya sea por la historia como también por la distancia entre ese valor y el impacto que sienten en sus bolsillos. Sin embargo, aún durante la Administración anterior no hubo motivos para dudar de los números informados. El problema está en los datos relevados que no reflejan patrones de consumo actuales o en los puntos donde se toman las muestras. Por ejemplo, el año pasado el INDEC relevaba la información en los grandes centros de consumo donde llegaban productos con precios controlados mientras que la mayoría de los argentinos nos pagaban esos precios.
A medida que se eliminan todo este tipo de distorsiones – controles de precios -, y se trabaja en reducir la inflación, y se empiece a recomponer el poder de compra (algo que aún queda lejos) es probable que el índice comience a parecerse más a lo que sentimos cada vez que salimos a la calle.
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