Se cumplen seis meses del inicio de la nueva Administración y en este periodo el comercio exterior ha enfrentado grandes cambios. ¿Qué pasó? ¿Qué falta? ¿Cómo podríamos medir el avance? ¿Y qué desafíos están a la vuelta de la esquina?
Lunes 10 de junio de 2024, Mg. Yanina S. Lojo
Seis meses de la llegada de la nueva Administración y la pregunta es: ¿Qué paso con el comercio exterior? ¿La situación mejoró? ¿Hay cosas en las que estamos igual? ¿Qué queda por resolver?
El punto de partida
No podemos hacer una evolución completa de la situación si no determinamos el punto de partida. ¿De dónde venimos? ¿Cómo medir la evolución de algo si no determinamos cuál era la situación base?
En diciembre de 2023 nos encontrábamos con reservas netas internacionales negativas por un aproximado de USD 11.000 millones. Además, teníamos SIRA, SIRASE, la Cuenta Corriente Única de Comercio Exterior, tipo de cambio congelado, precios controlados, un cepo total – los pagos al exterior estaban paralizados -, teníamos licencias automáticas y no automáticas, complicados reglamentos técnicos, y un montón de trabas y medidas burocráticas que nos complejizaban las operaciones, incrementando los plazos y de esa manera, disparando los costos.
La incertidumbre reinaba en las operaciones de comercio exterior. Nadie sabía exactamente cuándo podría pagar ni a qué costo. Porque si bien estaba congelado el tipo de cambio, se sabía que era una situación que en el corto plazo llegaría a su fin. Pero más aún, nadie sabía cómo se haría para cancelar semejante deuda.
Cuando la nueva administración asumió se encontró con una deuda declarada por unos USD 42.800 millones luego de que se realizará el famoso empadronamiento y de descontarán pagos que se había realizado por fuera del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).
Enorme deuda, enorme burocratización del comercio exterior, enormes desafíos.
Seis meses después …
Para algunos los avances serán pocos, para otros serán muchos y para otro tanto queda mucho camino por recorrer. Pero vayamos viendo qué cosas si se han solucionado.
No existe más la SIRA ni la SIRASE. Tenemos la SEDI que a diferencia de sus antecesoras tiene una validez de un año y se aprueba en términos generales entre 24-48 hs. Mientras que las SIRA podían estar más de 90 días y no ser aprobadas jamás. Lo mismo pasaba con las SIRASE.
No tenemos que luchar más con la Capacidad Económica Financiera (CEF). Esa fórmula matemática que tenía más secretos que la de una famosa bebida cola. Nadie terminaba de comprenderla con profundidad. Todos los meses se renovaba el valor: podía ser mayor, menor o incluso $1. Eso determinaba la posibilidad de solicitar una SIRA o SIRASE. Encontrarse con CEF $1 era algo temido con lo que muchas empresas lucharon hasta diciembre inclusive sin comprender cuál era el motivo.
Para sorpresa de muchos desaparecieron las licencias de importación. Las automáticas y las no automáticas. Algo que no se esperaba, porque casi todos los que llevamos años operando en comercio exterior hemos cambiado de nombre en la declaración anticipada (DJAI, SIMI, SIRA, ahora SEDI) pero siempre habíamos coexistido con las licencias, incluso desde antes de la DJAI. Sin embargo, una mañana de diciembre fueron derogadas. ¿Será el final?
Reglamentos técnicos es un capítulo aparte porque en los últimos meses, se eliminaron, modificaron y simplificaron numerosos tramites que hacían muy engorroso operar en comercio exterior. Desde la DJCP hasta seguridad eléctrica, pasando por tintas y otras yerbas. Se ha ido eliminando todos los trámites previos que ha comprensión de las partes no sumaban.
Chau al canal rojo obligatorio también. También chau a las intervenciones de la Dirección General Aduana en los casos de ingresos pendientes por exportaciones, que implicaban que los exportadores tuvieran que realizar garantías por los montos pendientes de liquidar, dado que podía ser suspendido del registro de importador – exportador.
Hoy se homologo el Acuerdo de Reconocimiento Mutuo de Homologaciones Vehiculares entre la República Argentina y la República Federativa del Brasil, algo que el ministro de Economía ya había adelantado. También se simplificó el SISA y se derogaron cuestiones vinculadas con el RUCA.
Además, se aplicó un alivió tributario por 120 días para las empresas que importen productos de la Canasta Básica, que luego se hizo extensivo a las empresas que cuentan con certificado Mi PyME para la importación de determinados productos. En este caso, se exime del pago al momento de oficializar el IVA percepción y el Anticipo Impuesto a las Ganancias (AIG).
Pero, más allá de todo esto, en materia cambiaria ¿Qué paso?
El cepo y el Impuesto País dos temas por resolver
Aunque desde la Secretaría de Industria y Comercio se han llevado adelante numerosas simplificaciones y eliminado la burocratización del comercio exterior, el cepo hace que muchas de estas medidas no se sientan. Aún cuando en el último tiempo ha habido algunas simplificaciones.
Sigue sin ser posible acceder al MULC para pagar anticipadamente una operación, salvo las Mi PyME que desean pagar hasta un 20% del Valor FOB de un Bien de Capital. El resto de las operaciones se pagan a plazo o contra registro de ingreso aduanero.
Hoy el mayor universo de mercaderías se cancela a 30 días de la fecha de ingreso aduanero para todas las operaciones que se realizaron con posterioridad al 15.04.24 siempre que la misma haya sido realizada por una empresa Mi PYME. Sino el plan ahora 4 sigue vigente. Y en algunos casos, muy particulares, se ha vuelto más complejo porque mercadería que antes se pagaba en cuatro cuotas paso a pagarse a 180 días dado que la posición arancelaria no tiene más un valor de referencia en el Texto Ordenado, lo cual hace que, aunque el producto valga USD10 sea tratado igual que si vale USD 500.
Mientras no haya pago anticipado la situación sigue siendo complicada, habiendo extra-costos asociados con la financiación – porque nadie le presta dinero a la Argentina -, y el esfuerzo que desde ciertas áreas técnicas se diluye.
Las importaciones han caído en los primeros cuatro meses sustancialmente por varios motivos: complicaciones con el tema pagos, caída de la demanda, alto nivel de inventarios suba de los costos y la deuda acumulada.
Y con respecto a este último tiempo, el BCRA estableció dos mecanismos para que los importadores canalizaran sus deudas: el Bono Para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL) en sus tres series y el acceso directo para las Mi PyME con deuda inferior a USD 500.000 millones. Por ahora, sabemos que se colocaron los USD 10.000 millones que se emitieron de BOPREAL, aunque parte se destino a pagar deuda por dividendos, y unos USD 450 millones por deuda Mi PYME (hace semanas que el BCRA no da más información sobre este mecanismo).
Una vez que se colocó el BOPREAL el mercado se quedó esperando si había nuevas herramientas o flexibilizaciones, pero nada se ha mencionado por el momento. Por lo cual, los importadores tienen pocas opciones. Y todas son a través del mercado financiero. Hay quienes desean apostar a que si se abre el Cepo puedan pagar sus deudas. Sin embargo, nada pareciera dar certeza sobre ese punto. Siempre las flexibilizaciones del BCRA han sido para adelante y nunca para atrás. Pero también el Banco Central nos ha sorprendido.
El tema del Impuesto País no es menor. La alícuota del 7,5% paso al 17,5% para todas las operaciones – nuevas o viejas -, lo cual representó un muy fuerte golpe para los importadores. Desde hace tiempo que se viene hablando de la eliminación del impuesto. El presidente había adelantado que de aprobarse la Ley de Bases el impuesto se eliminaría. Pero este fin de semana, el ministro de Economía confirmó que se reducirá la alícuota nuevamente al 7,5%. La ley del impuesto está vigente hasta diciembre, después de esta declaración nada pareciera indicar que se vaya a ir mucho antes. Y eso nos lleva a algunas preguntas vinculadas con el futuro.
¿Qué queda por delante?
El secretario de Industria y Comercio adelantó que para mitad de año habrían analizado todos los reglamentos y normas que afectan al comercio interno y externo y eliminarían los innecesarios. Pareciera que va por ese camino y a pasos agigantados.
Sin embargo, todo el esfuerzo por la desburocratización no se va a sentir por un tiempo por varios motivos. En primer lugar, hasta que la actividad económica no empiece a reactivarse. Porque la mayor parte de lo que se importa en nuestro país está destinado a la actividad industrial, a la producción y al abastecimiento del mercado interno. Pero hay otros factores.
El cepo sigue siendo un problema y mientras siga habiendo limitantes para pagar anticipadamente, muchas empresas que podrían importar no lo hacen porque no consiguen financiamiento. El cupo de los USD 50.000.- que había el año pasado sería un gran alivio. ¿Si en un principio es para las Mi PyME y más adelante se expande? ¿El flujo que generan las exportaciones no es suficiente? Y eso nos lleva a otro punto, ¿Qué pasa con las retenciones y el dólar exportador?
¿Qué pasa con el campo? En mayo el promedio de venta histórica es de USD 200 millones por día mientras que en 2024 fue de USD 70/80 millones. Hay factores que han incidido como ser: cuestiones climáticas, precios internacionales, entre otras. Pero la realidad es que el tipo de cambio no convence, pero ¿por el tipo de cambio en sí? No, porque muchos de los productores necesitan importar insumos para la próxima producción y la diferencia entre lo que reciben por cada dólar que venden y lo que deben pagar por cada importación hace el negocio poco viable.
Se estiman que quedan pendientes por venta de granos pendientes unos USD 15.000 millones (soja). En general, se espera que la liquidación total ronde USD 30.000 millones. (Menos que en 2023 que mostró contracción del 34,9% con respecto a 2022) Aunque la producción se incrementó un 60%.
El ministro de Economía ya adelantó también en la entrevista que dio que no hay fecha para la salida del cepo. Por lo cual, quizás veamos flexibilizaciones paulatinas y escalonadas.
La reducción del impuesto país sería un alivio, pero la verdadera solución sería su eliminación. Por otro lado, la posible rebaja genera varias dudas: ¿Qué pasará con todos los despachos donde el pago a cuenta se haya hecho sobre el 95% del 17,5%? ¿Se devolverá el impuesto pagado en exceso? Porque muchas empresas que suscribieron BOPREAL serie 1 hicieron el pedido de devolución y aún no tienen respuestas.
Por otro lado, ¿Qué pasará con las retenciones? El sector agropecuario sigue pidiendo que se ajusten los valores y el gobierno se comprometió a dar respuesta, pero el equilibrio fiscal no da mucho margen.
El futuro no muy lejano
Más allá de lo que antes mencionamos que es más inmediato se necesitan medidas más a largo plazo para mejorar los costos y la competitividad de las empresas argentinas. Cuestiones que tienen que ver con la infraestructura: ¿Qué sucederá con la hidrovía? ¿Qué pasa con el corredor bioceánico? ¿Hasta cuándo será más viable que cargas que son argentinas se despachen internacionalmente por Chile porque el costo de llevarlo al puerto nacional más cercano es mayor que el tramo internacional? Ni hablar de los tiempos. ¿Y qué hay de las Aduanas interiores que están prohibidas por la Constitución Nacional, pero existen igual?
Necesitamos que se empiece a mejorar la cadena logística y esto solo se puede lograr mediante la mejora de la infraestructura del país. ¿Cuándo volveremos a tener una red ferroviaria pujante que le permita al país conectar grandes distancias a bajo costo?
Seis meses en la vida
Para muchos una eternidad, para otros un suspiro, para algunos suficiente y para tantos es solo eso: tiempo. ¿Es mucho o poco para evaluar la gestión? Dependerá de la óptica con la que se quiera mirar. Muchas cosas de las que se hicieron están en el rumbo correcto. ¿Falta? Obvio. ¿Hay menos actividad? Si, es cierto. Pero Roma no se construyó en un día. Y Julio César dijo: “Creer es la esencia de la vida” y más aún importante, de nosotros dependerá qué sucederá a futuro con el comercio exterior. ¿Aprovecharemos la oportunidad para mejorar la competitividad, para ganar musculo y lanzarnos al mercado internacional? Obviamente que necesitamos una macro y una micro ordenadas, pero una gran parte del éxito dependerá de nosotros. César también dijo “Los hombres en algún punto son maestros de su destino.”
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