Después de unas semanas en calma, el dólar vuelve a la agenda económica. Mientras que algunas de las cotizaciones esta semana superaron los $500, muchos ahorristas se preguntan ¿Qué motiva está suba en este momento? ¿Qué espera el mercado?
Miércoles 14 de junio de 2023, Mg. Yanina S. Lojo
Ayer martes el BCRA terminó la jornada con reservas brutas por unos USD 32.364 millones, esto muestra que en sólo dos jornadas la autoridad monetaria ha perdido unos USD 120 millones, aunque el martes corto la racha de cinco jornadas de ventas y logró comprar dólares no mejoró demasiado su situación. El mayor problema es que el dólar soja se terminó y las perspectivas por delante no son buenas. Mientras tanto, el dólar libre volvió a subir y el contado con liquidación se ubica por segunda jornada en los $ 500.- Desde la última semana de abril que el mercado cambiario parecía haberse estabilizado, sin embargo, los movimientos de esta semana despiertan alarmas. ¿Qué ve el mercado?
Reservas complicadas
Ya sin las liquidaciones fuertes del sector sojero, y con los inconvenientes que se encuentran las empresas que quieren suscribirse al dólar agro, preocupa cada vez más la situación de las reservas. Aun con todas las trabas que hay para poder operar en el mercado cambiario no dejan de ceder. Muchos hablan de que las reservas netas internacionales que hoy se ubican entorno a los USD 1.200 a USD 1.500 millones negativos podrían duplicarse a fin de mes.
En este contexto, es imperioso que el acuerdo con el Fondo Monetario llegue a buen puerto. Es por eso, que el ministerio de Economía estaría analizando una estrategia muy osada: adelantar pagos por unos USD 2.700 millones en señal de buena voluntad. El gobierno podría recurrir a los Derechos Especiales de Giro que hay en las arcas del BCRA. Aunque el problema – más allá de golpear las ya aporreadas reservas -, sería que no hay suficientes DEG. Muchos analistas privados creen que en este momento el stock es de 1.900 millones, lo que equivaldría a unos USD 2.500 millones. La decisión es atrevida y debe medirse cuidadosamente el impacto, porque un paso en falso dejará aún más complicado al BCRA de lo que ya está.
Recordemos que, a principios de años, se recurrió a las reservas para la compra de deuda en dólares para poder acceder a los famosos REPO. El programa se llevó adelante, las reservas mermaron y los acuerdos no llegaron. Con el diario del lunes es fácil evaluar las decisiones, pero cuando se anunció la medida en el contexto de la sequía y las perspectivas de la caída de ingresos no fueron pocas las voces que se levantaron para advertir sobre lo contraproducente que podía resultar.
El dato de la inflación
La opinión generalizada es que el dato que se conocerá hoy de la inflación de mayo tendrá poco impacto en el tipo de cambio. Probablemente, el mercado ya descontó con los números privados el valor para el IPC. Si es menos, como desde Economía se ilusionan, tendrá un impacto nulo en aquellos que ya dolarizaron la cartera. Solo si el número se ubicará muy por encima de las expectativas – un valor que alcance los dos dígitos -, quizás pueda verse algún tipo de movimiento. El dato siempre tiene impacto, lo mismo que lo números de actividad y de la demanda de dinero, pero hoy pesan otros factores.
El medio aguinaldo que se paga durante este mes – debe estar acreditado a más tardar el 30 de junio -, siempre genera algún tipo de fluctuación, pero no sería significativa. Lo que realmente impactará en el corto y mediano plazo será, la capacidad del Banco Central de sostener el nivel de reservas y la llegada de fondos nuevos.
¿Y el canje de deuda no sirvió?
Si bien desde la Secretaría de Hacienda manifestaron que se trató de una operación histórica el mercado leyó un dato que fue más que significativo. El sector privado acompañó en un 26%. ¿Qué significa esto? Que solo 1 de cada 4 inversores que no corresponden al sector público acompañaron la medida. No hubo interés de refinanciar y estirar los vencimientos al año próximo, y hoy el principal acreedor del gobierno es el sector público.
Acuerdo con el Fondo
El mercado mira con preocupación la demora en la negociación. El ministro de Economía iba a viajar esta semana, pero sólo viajo un equipo negociador, con el viceministro a la cabeza, y recién el 7 de julio el FMI tratará la cuestión argentina.
Nuestro país incumplió con la gran mayoría de las metas por lo que, se vuelve necesario que se renegocie los términos del acuerdo, caso contrario los desembolsos dejarían de llegar. Uno de los aspectos que más preocupa al organismo, es el rojo fiscal y su financiamiento cuando muchos estiman que podría ser el doble que el año pasado.
Hay quienes creen que el tamaño del préstamo otorgado por la entidad es una carta que nos juega a favor, como nuestra historia: el programa de facilidades extendidas representa el 40% del financiamiento otorgado por el organismo con el mundo. Por otro lado, una crisis de desembolsos podría generar mayor inestabilidad y traer problemas como ya lo ha hecho en otro momento. Por ello, se cree que la pregunta en realidad es de cuánto serán los adelantos y cuáles serían las condiciones para obtenerlo, así como también si se permitirá la intervención en el mercado de cambios.
También es necesario recordar que el acuerdo del SWAP con China depende de que se sostenga el existente con el FMI. ¿Por qué? Porque el gigante asiático es miembro del organismo multilateral y si la Argentina entrará en default, más allá de las buenas voluntades que puedan existir, no se podría continuar con este préstamo del que poco se sabe en cuanto a tasas y garantías.
El problema de los vencimientos
Aún si el FMI decidiera realizar el giro por los USD 10.600 millones de desembolsos pendientes, no implicaría un financiamiento adicional. ¿Por qué? Porque en DEG restan pagar unos 8.450 millones, mientras que lo que está pendiente de recibirse es por unos 8.000 millones.
Por ello, más allá de asegurarse los desembolsos el equipo económico tiene un desafío más grande: lograr que se posterguen pagos. Es decir, que se renegocien las condiciones y se posterguen pagos. Caso contrario, lo que recibiríamos no nos alcanzaría para a fin de año honrar nuestras deudas.
El Financial Times y el Bank of America acercan pronósticos
Este fin de semana el Financial Times indicó que el gobierno argentino se encuentra en una situación cada vez más complicada y que sólo la llegada de dólares frescos podría evitar una devaluación o la hiperinflación en un contexto electoral que agrega más incertidumbre sobre el futuro del país.
Al mismo tiempo, el Bank of America publicó un informe en donde indica que el tipo de cambio oficial a finales del 2023 podría estar en valores que ronden los entre los $485 y $500.- En los primeros cinco meses, la devaluación del peso – en valores oficiales-, se ubica en el 35% aproximadamente.
Pero proyectando para 2024, la entidad financiera cree que la relación peso/dólar se podría ubicar – solo en los primeros meses -, en un valor de $540.
La incertidumbre alimenta la tensión
En un complejo escenario económico la incertidumbre que está generando la política se vuelve clave. El país no está en condiciones de soportar zozobra sobre el futuro, y las indecisiones y jugadas políticas alimentan un contexto que no genera confianza. Ante la falta de ésta, el mercado se dirige a aquello que considera más seguro, que le brinde cobertura: el dólar es el principal referente. Entonces, no es de extrañarse que un contexto como el actual se empiecen a ver movimientos de dolarización de cartera. Esperemos que el panorama se aclare, aunque sea para un lado o para el otro.
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