La semana pasada fue una semana intensa para los mercados y el Banco Central registró fuertes ventas. ¿Qué paso? Pero más importante, ¿Qué podemos esperar?
Lunes 25 de marzo de 2025, Mg. Yanina S. Lojo

Jornadas complejas e intensas las que se vivieron la semana pasada. Mientras se esperaba la ratificación del Decreto del acuerdo con el Fondo, los mercados reaccionaron y la incertidumbre parecía haber ganado a los fundamentos. Para algunos, la decisión de presentar el acuerdo de la manera en que se lo hizo alteraba el análisis de fondo y generaba dudas sobre algunas variables. Las incógnitas sobre el tipo de cambio y el sistema cambiario que podría llegar encendieron las alarmas. Pero vayamos por parte.
El acuerdo con el Fondo quedó en firme
Por lo menos en lo que respecta a la legislación nacional, con la ratificación del Decreto por la Cámara de Diputados se cumplió el requisito de la aprobación del Parlamento.
La forma fue un tema de discusión que generó ruido para algunos. Ya que no fue un proyecto de Ley que se discutió sino un Decreto que por sí mismo tiene fuerza de Ley.
Los motivos del gobierno de elegir un Decreto pueden ser varios. Uno de los que más se esgrime son los tiempo. La urgencia de conseguir la aprobación para que el Directorio del organismo incluya en agenda el tema es quizás una las principales motivaciones. La discusión de un proyecto de ley, los cambios, las comisiones podían demorar el tratamiento más de un mes.
Hoy ya la cuestión pasa por el Directorio del FMI, quien como había señalado, no necesitaba la aprobación del Congreso para autorizarlo ya que es una cuestión de la legislación argentina pero no iba a avanzar sin que se cumplieran con los procesos legales.
La cuestión del monto
Al momento se desconoce el importe del acuerdo. Los analistas privados estiman que al menos debería ser por unos USD 20.000 millones. La cifra surge del análisis del decreto y del objetivo que tiene el acuerdo. En particular, algunos creen que de esta manera el Banco Cemtral tendría USD 8.000 millones para recomponer las reservas mientras que el monto restante se destinaría a los pagos de la deuda ya contraída con el organismo por el acuerdo ya negociado en 2022.
El ministro de Economía consultado la semana pasada sobre el tema dijo que era una cuestión que definiría el Directorio del organismo. Y no dio detalles sobre valores.
El esquema cambiario
En el marco de las negociaciones el mercado se inundó de rumores sobre el tipo de cambio y el esquema cambiario al que podríamos ir.
Actualmente el tipo de cambio varía en función de la política fijada por el Banco Central de un 1% mensual. El Crawling peg que el año pasado fue del 2% mensual, el 01/02 bajó al 1%.
Además, el sector exportador sigue liquidando con un tipo de cambio preferencial conocido como “blend exportador” o “tipo de cambio exportador”.
Más allá de que el gobierno ha descartado de que el FMI solicitara un ajuste del tipo de cambio en el marco de la discusión de muchos analistas de que el tipo de cambio está “atrasado” o que “estamos caros en dólares”. El mercado empezó a descontar un posible salto en el tipo de cambio. Principalmente después de octubre. Especulando con un posible ajuste después de las elecciones. Esto disparo la toma de coberturas en el mercado de futuros que operaban con un dólar cotizando por encima de $1.500 hacia diciembre. En este caso, es importante señalar que después de la ratificación del acuerdo las tasas de los contratos a futuro empezaron a operar a la baja, en particular en los meses más cercanos.
Flotación con bandas
La otra discusión que encendió las alarmas en el mercado y que tiene que ver con la posibilidad de ir a un sistema de flotación administrado. Es decir, un esquema donde el Banco Central establezca un rango de valores en donde el tipo de cambio puede fluctuar y donde intervendría si intentará operar por fuera de esas bandas.
En este caso, las dudas surgen vinculadas con la posibilidad de que el Banco Central tenga que intervenir y cuál es el margen que posee la autoridad monetaria para hacer esas intervenciones.
El poder de fuego que se posee hoy con un nivel de reservas como el actual es bajo o nulo, ya sea ante un cimbronazo interno como también ante un shock externo. Pero, con la llegada de dólares nuevos tendría otra posibilidad o no. Dependerá mucho de que valores se fijen. Y eso también está relacionado con las expectativas de devaluación. Preguntas como: cuán cómodo se puede sentir el BCRA si el tipo de cambio opera muy cerca de la banda superior; cómo se determinará el máximo y el mínimo; son las que están generando incomodidad del mercado.
El comercio exterior en la mira
En este contexto, los operadores de comercio exterior están preocupados. En el caso de los importadores ven aún lejos la liberación del cepo y el regreso del tan ansiado pago anticipado.
Mientras tanto siguen buscando opciones para cumplir con sus proveedores, porque aunque le plazo se achicó a 30 días, aún nos pide anticipado.
Obviamente que mientras el gobierno mantengan el compromiso del Crawling peg del 1% la previsibilidad ayuda a la hora de proyectar costos. Sin embargo, cuando el tipo de cambio se empieza a mover, la ansiedad se despierta y empieza a generar preocupación sobre el costo de reposición.
Por el lado, los exportadores mira con celo y si no tienen necesidad evalúan postergar las liquidaciones de sus ventas.
En este contexto, el BCRA la semana pasada se desprendió de más de USD 1.200 millones por operaciones en el MULC. Esto hace que las reservas negativas se hayan incrementado y para algunos analistas ya estarían en torno a los USD 8.500 millones. Recordemos que la semana pasada las reservas brutas perforaron los USD 27.000 millones. Desde que asumió la administración actual se adquirieron más USD 25.000 millones que fueron destinados al pago de obligaciones.
Algunos economistas también consideran que el arreglo con el FMI no va a modificar la política económica y la premisa de déficit cero. En ese contexto, la flotación debería ser libre sin intervención. De esa manera, no afectaría directamente las reservas del BCRA.
La realidad es que para los operadores de comercio exterior la situación sigue siendo complicada sin el pago anticipado y hoy no parece tan cercano.
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