Está semana se conocieron los números de pobreza del primer semestre del país, pero la cuestión no es el porcentaje en sí mismo, sino las caras que hay detrás de cada uno de los millones de argentinos que hoy están solos luchando.
Viernes 30 de septiembre de 2022, Mg. Yanina S. Lojo
Los números de la pobreza del primer semestre del año nos mostraron la realidad del país: 2.7 millones de hogares son pobres, aproximadamente 10.6 millones de personas. Esto es equivalente al 36,5% de la población de nuestro país. Y el 8,8%, es decir, 2.6 millones de personas viven en la indigencia. Mientras que según el informe del INDEC la pobreza se ha reducido en comparación al último semestre de 2021, la indigencia se ha incrementado en todo el país.
¿Cómo se mide la pobreza en nuestro país?
El concepto de pobreza es muy complejo, pero en general se asocia con la privación o la insatisfacción de ciertas necesidades básicas. Existen dos métodos para estimar el nivel en un país: el directo o el indirecto.
El método directo es conocido como Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) que busca identificar aquellos hogares donde hay necesidades definidas como esenciales que no se encuentran satisfechas. Este mecanismo lo utiliza el INDEC una vez cada 10 años, cuando se realiza el censo. Las NBI fueron definidas y con sólo no cumplir una de ellas, el hogar es considerado pobre.
El método indirecto es conocido como el enfoque del ingreso. En este caso, se define un ingreso mínimo o línea de la pobreza (LP) y, por encima de ésta, se considera que todas las necesidades están satisfechas, mientras que quienes están por debajo se consideran pobres. Para definir la línea de la pobreza es necesario constituir una Canasta Básica de Alimentos. Se determinan, en primer lugar, los alimentos que son vitales y las cantidades que se requieren de éstos en función de las necesidades calóricas. Para recabar información sobre precios se recurre a un grupo de referencia. En la segunda etapa, se debe establecer el valor del resto de los bienes y servicios, para lo cual se recurre a un coeficiente (denominado Engel) - un factor de expansión -, donde no se especifica exactamente qué compone lo no alimenticio, pero se considera que son necesarios para que las personas puedan vivir adecuadamente.
¿Qué pasa con la canasta familiar?
En el informe de Condiciones de Vida también se informa que, si bien el ingreso de los hogares se incrementó en un 29,1%, la Canasta básica alimentaria (CBA) lo hizo en un 33,8% y la total (CBT) en un 29%. Según el mismo informe esto permite comprender por que se redujo la pobreza, pero aumentó la indigencia.
La distancia entre la CBT y los ingresos que reciben los hogares pobres se incrementó con respecto a 2021. Siendo el ingreso promedio familiar de éstos $ 58.472 y el valor de la CBT promedio para éstos de $ 93.177.
¿Cuáles son las regiones más pobres del país?
Según el INDEC las personas más pobres se encuentran en el Gran Buenos Aires y en Cuyo con un 37% cada una y el Noreste (NEA) en un 36,7%. Mientras que las regiones del país con menor nivel de pobreza son la Patagonia (31,4%) y Noroeste (NOA) 36%.
El dato que nos duele a todos
Cuando seguimos avanzando en el análisis de la información nos encontramos con que el 50,9% de los menores de 14 años son pobres. Esto significa que 1 de cada 2 chicos menores de 14 años no logran satisfacer sus necesidades básicas. Y creo que es donde todos nos tenemos que detener: los niños de este país no están satisfaciendo sus necesidades ni alimenticias ni educativas ni de salud, entre muchas otras. De los chicos de este segmento, 12,7% viven en la indigencia. Lo cual nos debería espantar a todos.
El futuro empeñado
Que el 50,9% de los menores de 14 años vivan en la pobreza significa que el futuro de nuestro país pende de un hilo. Los primeros tres años de vida de un ser humano son fundamentales para el desarrollo de un adulto que pueda explotar al máximo sus capacidades y potencial. Y en nuestro país más de la mitad no están recibiendo los alimentos que son tan necesarios para la adecuada formación del cerebro. Si hoy nuestros pequeños no están siendo alimentados, educados y su salud cuidada adecuadamente ¿Qué podemos esperar para dentro de diez años? ¿Qué adultos estamos formando? Adultos que serán marginados y que no tendrán las herramientas necesarias para poder pelear por una mejora en su condición. La democracia argentina siempre se jactó de permitir la movilidad social: que mediante la educación uno podía crecer y ascender, mejorar las condiciones de vida. ¿Alguien se animaría a decir que esos niños en el mañana podrán salir de la pobreza? ¿O siempre dependerán del padrinazgo del Estado para poder vivir?
La inflación es un flagelo para la sociedad, y los datos del INDEC lo demuestran. El más pobre es cada vez más pobre. Por eso sigue subiendo la indigencia en nuestro país, porque a aquel que no tiene o tiene poco cada vez le cuesta más comer. Cada vez es más fácil caerse del sistema económico y más difícil reinsertarse.
Analizando los datos del informe fui a mirar cómo se miden los ingresos familiares de un hogar. Mi primera duda está vinculada con la veracidad de la información. En un país con una alta presión tributaria, mucha gente evade por lo cual no declara cuál es su ingreso real. Por otro lado, la informalidad laboral y el trabajo no declarado - en negro -, también puede generar distorsiones. Pero un dato que me interesaba saber es cómo se manejaba el tema de los planes sociales. La información discriminada por región divide los ingresos totales en laborales y no laborales. ¿Qué son los ingresos no laborales? ¿Dentro de los ingresos se consideran los planes sociales u otro tipo de asistencia de parte del Estado? Si es así, entonces probablemente tengamos hogares que reciben más ingresos de lo que realmente se sabe, pero lo más preocupante es que la pobreza real podría ser aún mayor. Si mañana dejaran de existir los planes sociales ¿A cuánto llegaría la pobreza en nuestro país? ¿Cuántos chicos no podrían comer? ¿Cuántos adultos realmente no tienen trabajo y quedarían en la nada misma? ¿Qué país es el que estamos construyendo? ¿Qué economía tenemos que en vez de generar trabajo genuino y potenciar a los miembros de la sociedad alimenta la pobreza con medidas que disparan la inflación?
Hoy lo dijo el Viceministro de Economía, la culpa no es de las empresas, es del Estado que ha generado miles de distorsiones en el mercado y eso está alimentando la suba de los precios. Con una inflación cercana a los tres dígitos, sin reservas, con las importaciones cerradas, fábricas suspendiendo producción y con el país tomado ¿Cómo se va a solucionar el problema de la gente que no llega a fin de mes? ¿Alguien está mirando esta realidad? ¿El ajuste es en salud y educación, y no en la administración pública?
Si la canasta básica total está en $93 mil ¿Cómo hace un jubilado que gana una jubilación mínima para vivir si sólo gracias a un bono logran llegar a los $50.000? En nuestro país, mientras muchos gozan de jubilaciones de privilegio, otro que trabajaron toda su vida hoy viven en la indigencia.
Los números de ayer nos tienen que doler, y mucho. Pero a quienes manejan el país - todos los políticos en general -, les debería dar vergüenza. Es una vergüenza que mientras nuestros niños no comen, no tienen un techo, no reciben los cuidados adecuados, ellos estén más interesados en disputas de poder. Que mientras nuestros abuelos, que construyeron el país, viven en la pobreza y dependen de tener algún familiar que los ayude para poder salir adelante en el Congreso no se discuten las leyes que la gente realmente necesita. La agenda de nuestros dirigentes está focalizada en las elecciones del año próximo mientras que el ciudadano de a pie está tratando de sobrevivir. Es hora de que tomen consciencia, y recuerden que al momento de jurar sus cargos aceptaron que si no cumplieran sus responsabilidades "Dios y la Patria se los demande" y ambos están controlando.