Ayer el Tesoro se enfrentó a un nuevo vencimiento de deuda en pesos. Paso el desafío y logró un financiamiento adicional, pero ¿Qué ofreció? ¡Cuál fue el horizonte temporal por el cual se logró renovar los vencimientos? ¿Hacia dónde vamos?
Jueves 18 de mayo de 2023, Mg. Yanina S. Lojo
En el día de ayer Economía se enfrentó a vencimientos por unos $ 589.000 millones correspondientes a la deuda pública del Tesoro nacional. No sólo logró renovar el stock, sino que además consiguió financiamiento extra, dado que colocó $ 751.742 millones, con lo que obtuvo un financiamiento adicional por unos $ 162.603 millones. De esta manera, en lo que va de 2023 Economía ha logrado un financiamiento por más de $ 910.000 millones.
¿Qué se ofreció?
Se trato de una oferta muy particular, porque a diferencia de otras oportunidades no se incluyeron instrumentos a tasa fija, como se suele brindar a través de las LEDES. En esta oportunidad a través de un total de 7 instrumentos se apuntó por un lado a bonos de corto plazo con mecanismos de indexación y a los bonos a 2024 y 2025 también con ajuste.
Para los Fondos Comunes de Inversión (FCI) se ofrecieron una LELITE con vencimiento al 16 de junio. Dentro del Programa de Creadores de Mercado, dos LECER, una al 18 de septiembre y otra al 18 de octubre; un BONCER al 13 de agosto; y una Letra vinculada al dólar oficial (dollar linked), al 31 de octubre.
Pero como el principal objetivo está en tratar de despejar el horizonte temporal de aquí a las elecciones, se ofrecieron instrumentos que ampliaran los plazos. Por ello, en el caso del programa de Formadores de mercado se presentó un bono dollar linked al 30 de septiembre de 2024 y uno bono en pesos, al 23 de agosto de 2025 (BONTE25).
Este nuevo bono, se diferencia de los demás títulos dado que coincidirá con la liquidación el pago de cupones del TY27 y TB27 por alrededor de $148.350 millones. Claramente, se trata de un bono que buscaba captar a las entidades financieras que podrán integrar a través de encajes. También es importante señalar que este nuevo instrumento ajustará su capital por CER y amortizará en 4 cuotas trimestrales iguales y consecutivas a partir del 23 de noviembre de 2024, y no devengará intereses (cupón cero).
¿Cómo se distribuyeron los inversores?
Es importante remarcar que casi el 93% de los títulos que vencían estaban en manos del sector privado. Y era esperable que, como sucedió durante el mes de abril, lo que fuese necesario para completar la oferta fuera aportado por el sector público. El mismo que en marzo entró en un canje y reperfilo sus vencimientos. En otras palabras, el sector público se endeuda cada vez más para financiar al Estado.
Es importante señalar que el 97% de los títulos fueron indexados ya sea a inflación a dólar. En ese contexto, los instrumentos dollar linked captaron 593 millones de dólares aún mostrando una tasa de interés negativa en el tramo corto y una levemente positiva en recién en 2024. Mientras que unos $284.986 millones fueron captados a través de un bono y dos letras ajustables por CER. Es importante señalar que el BONTE25 obtuvo un 40% de aceptación, mostrando no sólo una participación del sector público sino un fuerte acompañamiento del sector financiero.
Solo unos $ 24.120 millones se captaron a través de la Letra de Liquidez del Tesoro (Lelite) exclusiva para Fondos Comunes de Inversión (FCI), a una TNA de 90%, que equivale a 7,52% mensual o una tasa efectiva anual (TEA) de 138,75%.
¿Qué esperar de cara al futuro?
No hay que olvidar que entre mayo y julio vencen aproximadamente $4.000 millones. Y de no lograrse un buen resultado, el Banco Central tendrá que incrementar el financiamiento al Tesoro.
Es importante remarcar, que la meta que se tenía en este aspecto consensuada con el FMI para el primer trimestre de 2023 no se cumplió. Pero más preocupante es la situación del mes de mayo, cuando el BCRA giro al Tesoro Adelantos Transitorios por $440.000 millones, por lo cual ya emitió en lo que va del año por este concepto $670.000 millones. Incumpliendo de esta manera con la meta monetaria comprometida con el FMI al segundo semestre en $373.000 millones, e incluso con la del tercer trimestre ($651.000 millones).
Viendo la gran aceptación que tuvo el bono especial creado para esta licitación es posible juzgar que el resultado de esta nueva licitación esta acompañado por el sector público y las entidades financieras como una manera de trasmitir tranquilidad al mercado, pero lejos está de mostrar la complicada situación de la economía argentina. Como mencionamos en el párrafo anterior, vía Adelantos Transitorios para financiar el déficit fiscal, el BCRA giró al Tesoro $ 670.000 millones. En todo 2022 la emisión vía Adelantos Transitorios fue de $ 620.000 millones. En otras palabras, en cuatro meses se emitió más que en todo 2022 por unos $50.000 millones. El nivel de emisión monetaria que se está generando hace suponer que la inflación en el 8% está encontrando su piso y no su techo.
Por otro lado, continuar ofreciendo instrumentos que brinden cobertura tanto para un evento devaluatorio como para le evolución de precios hoy, es empeñar el futuro. ¿Cómo se pagarán todos los vencimientos? Mientras el mercado siga dispuesto a rollear la deuda, y el Estado a convalidar tasas cada vez más altas, no habrá problema, pero en algún momento, la cuerda se corta y hay que pagar. Con esta última licitación se observa que Hacienda no tuvo más opción que subir la tasa ofrecida y convalidar una tasa efectiva anual entorno al 138,8%.
La próxima licitación será el lunes 29 de mayo, y como dijimos anteriormente habrá que ver cómo se enfrenta Economía a este nuevo desafío. Los vencimientos de acá a las elecciones son muchos y cada vez que se lograr rollear, el gobierno respira porque evita que los pesos puedan dolarizarse y de esa manera, se le escape nuevamente la brecha y se le traslade a pesos. Pero al mismo tiempo, al convalidar una mayor tasa lo único que hace es garantizar una mayor emisión a futuro. En otras palabras, posterga inflación. Posterga lo impostergable, porque le mercado sabe y lee los mismos números, y toma medidas de cobertura al respecto.
Los argentinos han vivido mucho, y tienen memoria, la historia repetida ya la conocen. Lo único que pueden hacer ante lo inevitable es tratar de que los agarre mejor parados que la última vez, y eso es lo que poco a poco el mercado va haciendo. Como dice el dicho que se usa en la lengua inglesa: “Fool me once, shame on you. Fool me twice, shame on me”
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